Conducir con gripe o resfriado, igual de peligroso que hacerlo
bajo los efectos del alcohol.
Llega el frío y con él la gripe, los resfriados y sus molestos síntomas: picor y sequedad de garganta, lagrimeo y picor de ojos, tos seca, estornudos, secreción nasal, malestar general, fiebre, dolor de cabeza… Pues según un estudio de la Universidad de Cardiff en Reino Unido, conducir con estos síntomas puede resultar más peligroso que hacerlo borracho.
El estudio llegó a esta conclusión después de utilizar una caja negra, similar a la utilizada en los aviones, encargada de registrar el comportamiento del conductor, en 50 vehículos: 30 de ellos los conducían personas con gripe; el resto, personas sanas. Los resultados fueron sorprendentes pues todos los conductores resfriados mostraron un 50% menos de habilidades al volante que las personas sanas.
De acuerdo al estudio, los estornudos –que instintivamente pueden llevar a cerrar los ojos durante unas décimas de segundo– el picor de ojos y la fiebre afectan directamente a los reflejos y a la concentración del conductor.
Y tan malo como la gripe, la automedicación
Es importante saber que los medicamentos que se usan para el tratamiento de la gripe y los catarros afectan a la capacidad de conducción y la disminuyen hasta un 42%, según datos de la DGT. Esto se debe a los denominados efectos indeseables de los antigripales que, aunque no inciden de forma igual en todas las personas, son: el efecto sedante (somnolencia, disminución de la alerta…), alteraciones visuales (visión borrosa, trastornos de acomodación…), alteraciones auditivas (zumbidos, acúfenos…) y vértigos, entre otros.
Así, tanto los síntomas de la enfermedad como los efectos de los medicamentos resultarán peligrosos a la hora de ponernos al volante, ya que disminuirán nuestra destreza necesaria para conducir.
- Antes de conducir, averigüe cómo reacciona ante la medicación.
- No tome antigripales por decisión propia. Consulte siempre con su médico.
- Tome la dosis que le indique su médico. No todas las personas necesitan la misma dosis.
- Recuerde que ingerir más de un medicamento o su combinación con alcohol o drogas aumenta la posibilidad de aparición de efectos secundarios.
- Tenga especial atención al inicio de la enfermedad, del tratamiento o al cambiar de dosis, es cuando la reacción puede ser más significativa.
- Lea el prospecto. Ante cualquier síntoma o anomalía, consulte a su médico.
- Si los síntomas de la enfermedad o del tratamiento le afectan, deje de conducir hasta que se recupere.