En las estadísticas de accidentes de motos, los fallos mecánicos son minoría, algo lógico si pensamos que, del total que circulan, el 67% tiene menos de cuatro años de vida. Sin embargo, algo que que la DGT no considera “fallo mecánico”, como es llevar las gomas perfectamente hinchadas, los moteros bien saben que sí puede evitar un accidente. Bastan cinco décimas menos en la rueda delantera para que la moto sea inestable en recta, la dirección se vuelta pesada, la moto “flanee” al apoyar en entrada en curva y, cuando se frene, no entre en el viraje.
¿A dónde queremos llegar con esto? A que aún partiendo de la base de que llevamos un correcto mantenimiento mecánico de nuestra motocicleta según indica el fabricante, siempre que vayamos a hacer un viaje, por corto que sea, deberemos comprobar visualmente algunos puntos del vehículos.
Los neumáticos
Revisaremos que la presión de los mismos es la adecuada, utilizando un manómetro portátil, de estos tipo llavero. También podemos utilizar los manómetros de las gasolineras, pero siempre que hayamos rodado 2 o 3 kilómetros como mucho, a baja velocidad, para evitar que los neumáticos estén calientes y desvirtúen la medición de la presión.
Hay motocicletas que están equipadas con sensores que, cada 10 segundos aproximadamente, realizan una medición de la presión en la ruedas. De producirse un pinchazho, este sistema avisa al conductor para que pare el vehículo.
La presión es recomendable comprobarla cada 15 días – 1 mes.
Alumbrado y luces
De un simple vistazo podemos ver si hay algún dispositivo de alumbrado roto y, nada más arrancar la moto, podemos comprobar si los indicadores de dirección funcionan, la luz de freno, la luz de corto y largo alcance, etc. Si vamos a conducir con pasajero debemos bajar la luz de cruce para evitar deslumbrar al resto de usuarios de la vía.
Manetas, palancas y pedales
Visualmente podemos observar si hay alguna maneta, palanca o pedal que esté doblada o fuera de su sitio, que no permita el buen funcionamiento del freno o del embrague, durante la conducción.
Niveles
Antes de empezar a conducir no está de más que, periódicamente, comprobemos el nivel de líquido de freno, de aceite del motor y, si la motocicleta dispone de él, del líquido hidráulido. Es sencillo comprobar estos niveles, ya que suelen estar a la vista del conductor y de su nivel correcto depende el buen funcionamiento de sistemas muy importantes para la motocicleta.
También conviene echar un vistazo a las pastillas de freno. Hay motos que avisan cuando están próximas a finalizar su vida útil, pero no está de más comprobarlo. Y es que, a medida que las pastillas se van desgastando, el nivel de líquido de freno va disminuyendo para compensar la pérdida de material de fricción. Una variación lenta y paulatina del nivel de líquido de freno es normal. En cambio, si de un día para otro el nivel ha bajado muy deprisa significará que hay alguna fuga de líquido. En ese caso, hasta que no se repare la fuga, la moto no debe conducirse.
Manchas de líquidos bajo la moto
Una mancha bajo la moto que tengamos claro que no estaba antes, puede indicarnos una avería que no teníamos controlada. Lo primero es saber de qué líquido se trata antes de decidir por nuestra cuenta si es seguro conducir la motocicleta. Y antes la duda, lo mejor será aducir a un taller especializado para que identifique la fuga.
Suspensión y amortiguación
Los amortiguadores tienen que estar en perfecto estado. Si tienen manchas de aceite a su alrededor y longitud significa que están averiados y han perdido parte de su contenido, por lo que su funcionamiento será defectuoso. Esto repercutirá directamente en nuestra seguridad ya que no absorverán correctamente las irregularidades de los elementos elásticos de la suspensión, tornando la moto inestable e insegura.
Si vamos a conducir con pasajero, hay que regular la dureza de la suspensión. Algunas motocicletas poseen un sistema electrónico que detecta el aumento de peso y se regula automáticamente o bien el conductor puede ajustarlo pulsando un botón que le permite, generalmente, tres posiciones: conductor solo, con equipaje y con pasajero. Estos sistemas también se regulan en función del tipo de conducción que vayamos a hacer: con agua, de turista o conducción deportiva.
¿Sabes cuáles son los tres pecados de los motoristas en seguridad activa?
- Montar neumáticos fuera de uso, gastados o deteriorados, además de llevar las presiones de las ruedas demasiado bajas
- No regular las suspensiones
- Llevar frenos en mal estado