“Más bicicleta, más carriles bici, menos siniestros” es el eje de la “Estrategia Nacional para una Movilidad Activa” aprobada por el gobierno luso y que centra su atención en peatones y en el uso de la bicicleta. El objetivo es alcanzar la media europea de uso de bicis en una década con medidas que incluyen cambios legislativos, culturales, ambientales y educativos. Y, entre estos últimos, destaca la inclusión de la bicicleta en el currículo escolar de Primaria, dentro de la asignatura de Educación Física.
En la actualidad solo el 0,5% de los portugueses hacen uso de la bicicleta para sus desplazamientos, muy lejos del 7,5% de la media europea. En Lisboa y en Oporto, las dos principales ciudades del país, los desplazamientos presentan porcentajes muy bajos, del 0,2% y del 0,3% respectivamente, lejísimos del 41% de Copenhague. De ahí que el gobierno portugués haya puesto la mirada en ciudades como Dublín o Viena, con unos niveles de uso del 7%.
Por si esto fuera poco, la Federación Europea de Ciclismo sitúa a Portugal en el puesto 27 de 28 de países europeos con menor y peor infraestructura ciclista, por lo que desafío de potenciar la bicicleta es todo un reto para nuestro país vecino. Aún así, José Mendes, Secretario de Estado Adjunto e da Mobilidade asegura que “el gobierno habla de una meta realista basada en los desplazamientos cortos, de entre 2 y 6 kilómetros”.
En este sentido, las inversiones en infraestructuras se centrarán en aumentar la red de carriles bici, pasando de los 2.000 kms. actuales a los 10.000 kms. en 2030, se potenciarán lugares para el estacionamiento de bicicletas en edificios y espacios públicos y privados y habrá incentivos fiscales tanto para la adquisición y el uso de la bici.
Además, y como el cambio debe ser también cultural, se priorizarán las campañas y acciones de formación que pongan en valor los desplazamientos en bicicleta en detrimento del vehículo particular y se realizarán nuevos cambios legislativos para evitar comportamientos peligrosos por falta de respeto a peatones y ciclistas.
Pero la medida estrella es la inclusión a partir de 2020 de la circulación en bicicleta en la escuela, dentro de la asignatura de Educación Física. Aprender a montar y circular en bici se incorpora al currículo escolar de Primaria. Porque, según el gobierno, “Portugal no va a alcanzar nunca a la media europea, sin crear las condiciones para un cambio drástico de comportamiento en las nuevas generaciones”.
“Somos conscientes de la importancia de la Educación Vial –refuerza el Secretario de Estado Adjunto e da Mobilidade–, pero la apuesta actual pasa por enseñar a los niños reglas y conceptos de circulación defensiva. El objetivo a partir de ahora será que la Educación Vial haga hincapié en la movilidad activa y sostenible, incentivando el uso compartido y responsable del espacio público”.
Dentro del primer ciclo de Primaria, los escolares recibirán clases de bicicleta en un contexto cerrado (nivel básico), es decir, dentro de la propia escuela. Y en el segundo y en el tercer ciclo se dará paso a la circulación en espacios públicos (nivel avanzado). Hasta su implementación en 2020, el gobierno formará y certificará a los monitores responsables de impartir las clases.
Portugal no ha desarrollado un programa formativo propio, sino que adapta el ya famoso Bikeability de Reino Unido –tanto en los que respecta a la formación de formadores, como a la formación posterior en el aula–, que a su vez se inspira en el modelo oficial de circulación en bicicleta holandés. Este modelo ya es conocido en España y se usa a nivel escolar en ciudades como Zaragoza y Vitoria.
Esto se llama hacer las cosas bien, hacer la casa empezando por los cimientos….