1.- Posición correcta
Hay que colocarse el casco bien para que no quede caído ni hacia delante ni hacia atrás y, mucho menos, inclinado hacia los lados. Una referencia correcta es que la parte delantera quede justo en la mitad de la frente. Este punto es muy importante: llevarlo hacia delante como un sombrero vaquero o hacia atrás como una gorra rapera resultará inseguro, a la par que ridículo para los compañeros de salidas.
2.- Ajuste de sistema de retención
Si el sistema de retención tiene ajuste de altura o retención trasera, sitúelo en la nunca (justo donde empieza el cuello) y ciérrelo hasta que lo note firme en el perímetro de la cabeza. Ya tenemos el casco centrado y fijado.
3.- Ajuste de las hebillas
Las hebillas deben quedar ligeramente por debajo de los lóbulos de las orejas; deslice las cintas por ellas hasta conseguirlo. Es muy importante también que ambas correas (la delantera y trasera) queden compensadas por igual, para asegurarnos que una no estira más que la otra desequilibrando la posición del casco.
4.- Tensión justa
Tenga en cuenta que en la posición sobre la bici el cuello se inclina hacia atrás y la correa queda más holgada que en posición normal, así que apriete las cintas lo suficiente para que en esa posición no quede colgando. Corte la cinta sobrante y queme los bordes con un mechero para que no se deshilachen.
