Diseñadas para que perduren, se integren en el paisaje y sean seguras, tratarán de promover desplazamientos alternativos al vehículo particular en trayectos cortos que unen núcleos urbanos con zonas de equipamientos y servicios.
En 2015, 14 peatones perdieron la vida en las carreteras gallegas. Dos de cada diez fallecidos eran peatones, de ahí que la Xunta esté realizando una importante campaña de concienciación en la que lleva repartidos más de 2.000 chalecos reflectantes en zonas rurales que permiten hacer más visibles a la personas que caminan por los márgenes de las vía. A esto se suma el Plan de Sendas de Galicia, 170 kilómetros de tramos peatonales y ciclistas en los márgenes de vías de titularidad autonómica en 11 comarcas distintas.
Las sendas, con un trazado máximo de 7,5 kilómetros para los recorridos en bicicleta y de 4 para los reservados a peatones, tendrán cuatro tipologías distintas, con arreglo al espacio disponible en los márgenes de las carreteras. Las que tengan más superficie contarán con unos 9 metros de anchura y carriles segregados para el paso de bicicletas y de peatones. Las mixta será de uso compartido por personas y ciclistas. Una tercera modalidad, será una senda mixta con bordes ajardinados y canalización de aguas pluviales. Y la más sencilla, mantendrá como elementos de identidad el pavimento integrado y la señalización.
Para diseñar este plan, la Xunta realizó un análisis integral del territorio, priorizando las comarcas de acuerdo a criterios de población tráfico, siniestralidad, orografía y clima. Así, en la primera fase están previstas 55 sendas, que sumarán 75,6 kilómetros y para las que ya hay reservados unos 25 millones de euros. Estas sendas se localizarán en las comarcas de Santiago (donde la más significativa es el eje Santiago-Bertamiráns), A Coruña (Marineda-A Grela, entre otras), Vigo (donde se prolongará el eje Vigo-Baiona entre Gondomar y A Ramallosa), Bergantiños (A Laracha-Paiosaco y Carballo-Coristanco con polígono de Bétoa) y A Terra Chá (con rutas en Abadín y Rábade).
En la segunda fase, en la que ya trabaja la Axencia de Infraestructuras, se diseñarán sendas en Ourense, Lugo, Pontevedra y O Morrazo.
Además de proteger al peatón, el Plan de Sendas de Galicia pretende promover los modos de desplazamiento no contaminantes y alternativos al vehículo particular para recorrer de forma segura los trayectos cortos que unen núcleos urbanos con centros de equipamientos y servicios.
