En su nueva estrategia de marketing, el fabricante alemán de vehículos de alta gama ha decidido apostar por la igualdad de género, “emponderando” la figura de la mujer en sus últimos anuncios televisivos. Su último spot, “Daughter”, realizado para emitirse durante la Super Bowl 2017, lleva acumulados más de un millón de comentarios negativos reprochando a la marca su viraje feminista.
Si en España es en temporada navideña cuando los anuncios televisivos cobran protagonismo –todos pendientes del televisor para no perdernos su estreno–, el mismo fenómeno se vive en Estados Unidos durante la final del campeonato nacional de fútbol americano, la famosa Super Bowl, con la diferencia de que allí se ven todos los estrenos a la vez, durante los descansos del partido. En 2017, la “campanada” la ha dado Audi.
Una niña compite rodeada de niños en una carrera de coches artesanales, mientras se escucha la voz de su padre: “¿Qué le digo a mi hija? Le digo que su abuelo vale más que su abuela, que su padre vale más de su madre, que a pesar de su educación, su iniciativa, sus habilidades y su inteligencia será automáticamente peor valorada que cualquier hombre…”. Y con la imagen de su nuevo S5 Sportback, Audi termina con este mensaje: “Audi América se compromete a pagar lo mismo por el mismo trabajo”.
El anuncio ha recibido muchísimos elogios, pero por cada comentario que lo alaba se cuentan otros nueve poniéndolo de “vuelta y media”. Así está la proporción hasta el momento de redactar este artículo, nueve a uno. La mayoría de estos mensajes cuestionan que exista verdaderamente una brecha salarial por cuestión de género, otros lo tachan de feminista, cargando el término de las connotaciones más negativas imaginables, hay quién lleva su comentario al terreno ideológico, acusando a Audi de haberse vuelto de izquierdas y, finalmente, los hay que proponen directamente boicotear al fabricante alemán y dejar de comprar “coches para mujeres”. (Que nadie olvide que toda esta polémica se está produciendo con Donald Trump recién llegado a la Casa Blanca, el clamoroso éxito de la Marcha de las Mujeres celebrada en Washington y Estados Unidos dividido, entre otras muchas cosas más, también por el machismo y la misoginia de su nuevo presidente).
En Audi, por el contrario, están felices. Y lejos de pisar el freno, van a seguir apostando por su marketing “feminista”, dirigido fundamentalmente a la Generación Z, con un concepto de la igualdad, supuestamente, muy arraigado y lejano del estereotipo de que el volante es cosa de hombres. De hecho el lema del spot de Audi de las pasadas navidades, “Jugar, como conducir, no debería entender de género”, ya hacía hincapié en cambiar roles sexistas en la acción de conducir poniendo a una muñeca como conductora de uno de sus flamantes deportivos. Socialmente, da gusto este cambio de tipo mensaje en marcas que tradicionalmente hablan en masculino y satisface que grandes multinacionales, incluidas las del motor, empiecen a poner su granito de arena para acabar con un tema tan grave como el machismo al volante. El spot, de dibujos animados, es francamente muy bonito y, aunque no deje de ser propaganda para vender coches, agrada que su mensaje sea ético y responsable, aún sabiendo que despierta la ira de muchos.