Suecia, el país con menor tasa de muertos en carretera del mundo, desarrolla sus propios ingenios para continuar blandiendo el prestigioso título. Así están probando dos nuevos mecanismos, alcogate y alcolok, que podrían acabar definitivamente con la conducción bajo los efectos del alcohol.
Se trata de dispositivos radicales y de tecnología punta, basados en el pragmatismo sueco: para no tener conductores ebrios en la carretera, el objetivo principal es que no ‘puedan’ poner en marcha el coche. Literalmente.
Según relata el diario El País, se está probando en Gotemburgo el sistema alcogate (‘puerta del alcohol’), que consiste en una barrera situada en carretera con un dispositivo incorporado para que el conductor sople. Si da positivo, la barrera no se levantará y el paso quedará prohibido para el conductor, que será atendido por un agente policial.
El otro sistema va un paso más allá, y la Dirección de Tráfico de Suecia tiene puesta su confianza en él para erradicar defenitivamente este tipo de accidentes. Es el alcolok (‘cierre de alcohol’), y se trata de un dispositivo de colocación voluntaria en los vehículos.
Desde el propio vehículo, se sopla a través de un ingenio con boquilla, y si el conductor supera los 0,2 gramos de alcohol en sangre permitidos, el motor no se encenderá. Tal cual.
De momento, desde 2012 la instalación del alcolok se ha realizado en los vehículos y transporte públicos del país, pero el objetivo es que llegue a estar presente en el 75% del parque móvil sueco.
Reducción de sanciones a cambio de la instalación
Para incentivar su implementación voluntaria, el Gobierno reduce las sanciones a los conductores infractores a los que se les ha retirado el carné a cambio de que instalen el alcolok en su vehículo personal.
La concienciación de la sociedad sueca sobre la conducción libre de alcohol, y sobre la seguridad en carretera en general, a la que se dedican muchas horas y actividades en los centros escolares, posibilitará que los conductores abracen la incorporación del mecanismo.
Fuente: El economista