Una emoción es el estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente, que surge de forma brusca y súbita, influidos por la experiencia. Simplificando, cuando conducimos el ambiente podría ser la situación del tráfico y la experiencia sería la suma nuestras actitudes, creencias, deseos y motivaciones sobre esa situación concreta del tráfico en función de todo lo aprendido y vivido hasta la fecha.
Insistimos en lo de simplificando porque aunque desde hace unos años se está prestando mucha atención al tema de las emociones y son numerosísimos los estudios sobre “Inteligencia Emocional” –terminó que acuñó Daniel Goleman en 1995–, su aplicación se ha centrado mucho en el ámbito educativo y empresarial, pero muy poco en el tema del tráfico. En las pasadas XI Jornadas Estatales de Educación Vial, organizadas por FETEVI, Federación Estatal de Técnicos de Educación Vial, Manuel Nogales, director de Desarrollo en ETRASA Editorial Tráfico Vial, invitó a reflexionar sobre “Conducción emocional”.
“Si las emociones son el motor de la persona, la movilidad también es emocional”
Efectivamente si las emociones son intrínsecas al ser humano, se han de tener en cuenta en aras a una movilidad segura y sostenible. Manuel Nogales define la Inteligencia Emocional como “la habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones, y las de los demás, promoviendo un crecimiento emocional e intelectual”. Es la capacidad de interactuar con el mundo de forma receptiva y adecuada.
En materia de seguridad vial, es evidente que el tráfico genera emociones y nuestros estados emocionales también se trasmiten al ámbito de la conducción, es como una carretera de doble sentido. “Pero el reto no es tener conductores emocionalmente inteligentes –afirmó Manuel Nogales–, sino convertir la movilidad en sí en un concepto emocional. Una persona antes de actuar como conductor, lo ha hecho como peatón, usuario de un vehículo o del transporte público. Por eso al hablar de emociones no podemos centrarnos específicamente en la conducción, lo que sería hablar únicamente de una parte del enfoque, sino abarcando toda la amplitud de la movilidad”.
“Las emociones básicas y la Educación Vial. Todo aprendizaje tiene una base emocional”
Las emociones básicas son seis:
AVERSIÓN
ALEGRÍA
IRA
MIEDO
SORPRESA
TRISTEZA
Son tan básicas que, desde la cuna, las compartimos con muchas especies del reino animal –nuestras mascotas también sienten emociones–, pero dependiendo del carácter, de las experiencias vividas, del aprendizaje y de cada situación concreta, las vamos moldeando y adaptando, en función del aprendizaje familiar y cultural. “Si el desarrollo emocional se produce a lo largo de la vida y la Educación Vial se va configurando durante el crecimiento, deberíamos tener estrategias y actuaciones diferenciadas en función de cada emoción básica –explica Manuel Nogales–. Es más, si en la actualidad debatimos sobre la formación a lo largo de la vida, sería conveniente que tuviéramos presente las emociones en cada una de sus etapas”.
“Las emociones afectan a la movilidad porque están incorporadas a lo cotidiano”
“Forman parte del ADN de nuestro comportamiento, las emociones determinan nuestras acciones desde que nacemos y a lo largo de toda la vida. Esa es la razón básica y sencilla de por qué también afectan a nuestra movilidad”. Queda claro que las emociones influyen en la conducción por lo que debemos tenerlas en cuenta en la formación de los conductores. Como afirma Manuel Nogales, “no se trata de saber y saber hacer, es muy importante el saber ser”.
“Hay que trabajar las emociones desde la escuela”
Si analizamos la Educación y la Formación Vial, cabría preguntarnos si se trabajan las emociones o, en su caso, se trabajan lo suficiente. “Pocas son las emociones que encontramos en la legislación –dice Manuel Nogales–. Salvo cuando hablamos de los cursos de sensibilización y reeducación vial. Y esto me lleva a la pregunta: ¿Trabajamos las emociones tarde? Es obvio que nunca es tarde cuando se trata de formar y educar, pero quizás lo idóneo será trabajar las emociones desde la base, educar en el control de las emociones a lo largo de la vida de las personas. Creo que la educación emocional es la respuesta a los retos que nos plantea la Educación y Formación Vial de las personas”.
“La Educación Vial tiene que adaptarse a las Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TICs)”
Y ahondando en las emociones, Manuel Nogales da un paso más al reflexionar sobre el gran reto de la mejora de la movilidad y la Visión Cero en Seguridad Vial –0 muertos en la carretera–, apelando a la autoconciencia emocional de los educadores viales: “No cabe duda de que los niños y los adolescentes de dentro de 10 años no serán iguales en cuanto a inquietudes, lenguaje, formas de comunicarse y necesidades de los de hace 10 años. Es por ello que en la Educación y Formación Vial se deberá trabajar con nuevas herramientas, entender la evolución y adaptarnos a las nuevas circunstancias. Porque la movilidad en su conjunto dependerá de las TICs”.
“Las TICs son el futuro de la formación, incluso, teniendo en cuenta las emociones”
“Hoy si no lo ves en Instagram, no lo dice Facebook, no buscas trabajo por Linkedin, lo visualizas por YouTube o expresas tu opinión en 140 caracteres (Twitter) es difícil ser tenido en cuenta. Las TICs han venido para quedarse y pueden ser herramientas idóneas para todos los que estamos trabajando en el ámbito de la Educación Vial, para seguir trabajando la formación, la concienciación, en definitiva, las emociones de las personas”.
“Seguir poniendo emoción en lo que hacemos”
Buen humor, optimismo, entusiasmo, sensación de bienestar, empatía… En resumen, ALEGRÍA, induce Manuel Nogales: “Sigamos poniendo emoción en lo que hacemos, en la Educación y en la Formación Vial, porque debemos formar a personas que tengan la capacidad de pensar por sí mismos, de ser críticos, de reflexionar, con valores que contribuyan a conseguir una movilidad segura y sostenible”.
Gracias por la publicación del trabajo presentado en las pasadas XI Jornadas Estatales de Educación Vial, organizadas por FETEVI,
Todos desde nuestra posición estamos obligados a trabajar para mejorar la Seguridad Vial en nuestras vías, toda contribución suma, en definitiva, todos somo actores en la compleja movilidad, y responsables de la seguridad nuestra y la de los demás.
Felicitaros por contribuir en ello con vuestra labor diaria en vuestros talleres, así como desde aquí con la difusión de consejos y trabajos en vuetro Blog.
Manuel Nogales