Los tirones en el coche suelen ser un molesto problema que, la mayoría de las veces, se produce por fallos en el sistema de alimentación del vehículo (el encargado de realizar el suministro de combustible –gasolina o diésel– al motor). Una vez empiezan a ocurrir, no suelen mejorar a no ser que resolvamos el fallo en origen. Y el origen suele estar en la inyección, de ahí la importancia de la limpieza de inyectores.
Para poder identificar de manera apropiada cuál es el origen de por qué nuestro coche da tirones, es necesario proporcionarle al profesional de taller una explicación detallada de los síntomas. Para ello, analizaremos datos como:
- Cuándo se iniciaron estos problemas.
- La temperatura del motor cuando ocurren los tirones –¿ocurren con el motor en frío o una vez ha alcanzado la temperatura de funcionamiento normal?–.
- A qué velocidad suelen aparecer.
- Si se nos ha encendido algún testigo en el panel de instrumentos del vehículo.
- Si ocurren solo cuando aceleramos o frenamos, con un determinado tipo de combustible, cuando utilizamos algún sistema del vehículo, como por ejemplo el aire acondicionado, o cuando cambiamos de marchas,…
- Si además de los tirones, notamos algún ruido.
- Si notamos los tirones con el coche al ralentí.
Todos estos datos serán de gran ayuda para hacer un diagnóstico acertado. Pero lo más habitual es que los tirones sean síntoma de un problema en el sistema de alimentación o bien el resultado de algún fallo eléctrico. Y cuando los tirones están ocasionados por problemas en la alimentación, la mayoría de las veces se deben a suciedad acumulada en la inyección del vehículo, es decir, en los inyectores.
¿Qué son y cómo funcionan los inyectores de un coche?
Los inyectores son electroválvulas que se abren y se cierran de manera muy precisa para inyectar –de ahí su nombre–, mediante pulverizaciones, combustible a la cámara de combustión. Allí, en el caso de los motores diésel, el combustible se mezcla con aire a alta presión y temperatura dentro del cilindro, inflamándose de forma rápida y provocando la combustión –en el caso de los motores gasolina, para que ocurra esta combinación, además es necesaria una chispa generada por las bujías–. Lo importante en ambos casos es que, para que el motor de nuestro coche funcione bien, la mezcla de aire y combustible necesaria para que la combustión se produzca en la proporción perfecta de cada elemento.
Pero, como en cualquier otra parte del motor, los inyectores van sufriendo desgaste y acumulando cierta suciedad con el tiempo. De hecho, hasta por efecto del propio combustible, que es habitual que contenga residuos que traspasen el filtro de combustible y entren en el sistema. La suciedad va así acumulándose en los inyectores, dejando de pulverizar combustible de manera óptima y haciendo que la mezcla resultante no sea la adecuada para una combustión eficiente.
¿Cómo hacer el mantenimiento y limpieza de inyectores?
Si la suciedad de los inyectores no es excesiva y simplemente notamos los tirones cuando aceleramos y desaceleramos o notamos un incremento de emisiones por el escape, basta con utilizar con regularidad un aditivo específico pre-combustión para la limpieza de inyectores. Estos aditivos se añaden al depósito de combustible y van arrastrando la suciedad acumulada en los inyectores, realizando una limpieza de los mismos y restableciendo una correcta combustión, mejorando así el rendimiento del motor. Este tipo de aditivos, además de proteger y lubricar eficazmente los inyectores, contribuyen también a mantener limpia la válvula EGR, de manera que reducimos las emisiones provocadas por una mala combustión.
Pero si el nivel de suciedad acumulada es muy elevada, se puede llegar a bloquear alguno de los inyectores dejando de funcionar el cilindro al que alimenta de combustible dicho inyector. Cuando notamos que, además de los tirones, al coche le falta potencia, tiene dificultades para arrancar, consume más combustible de lo habitual o excede en las emisiones de escape, no se puede descartar tampoco que también pueda estar fallando la válvula EGR (uno de los elementos que más se mira en la ITV). Esta válvula, cuyas siglas vienen del inglés
En cualquiera de los casos, los problemas de suciedad de inyectores pueden solucionarse mediante una limpieza profesional en profundidad realizada con maquinaria especializada en limpieza de todo el sistema de combustible. De forma rápida y sencilla, se restablece así el rendimiento y la potencia del motor. Una operación que, por precio, no es nada comparada con lo que supondría tener que instalar inyectores nuevos o sustituir la válvura EGR, dos operaciones muy costosas y que hay que realizar con demasiada frecuencia por falta de mantenimiento preventivo de nuestros coches.
Y recuerda siempre que:
La conducción urbana empeora todos estos problemas, al no permitir que el motor del vehículo llegue a alcanzar las condiciones adecuadas para que sus distintos sistemas funcionen adecuadamente. Esto afecta considerablemente a la vida útil del motor y, además, contribuye a que tu coche contamine mucho más de lo debido.
