Al 73% de los conductores les gustaría que sus coches incorporasen como equipamiento de serie comunicación directa con talleres y aseguradoras.
Por el contrario, a más de la mitad de los europeos esta equipación les parece una intrusión en su intimidad.
Los españoles prefieren seguridad a privacidad, que el coche inteligente del futuro corrija malas conductas y reduzca la siniestralidad en la carretera, es decir, tecnología de auto-control. Es lo que se deduce del último estudio europeo elaborado por la plataforma de vehículos en la red AutoScout24 en el que tres de cada cuatro conductores españoles encuestados consideran imprescindible que los coches nuevos tengan como equipamiento de serie comunicación directa y automática con talleres y aseguradoras.
La mayoría de los españoles (73%) apuesta por que el coche incorpore dispositivos de localización que, mediante el envío instantáneo de datos a diferentes centros, permitan diagnosticar averías vía remota, hacer un seguimiento para adaptar la prima del seguro al tipo de conducción e, ¡incluso!, verificar el cumplimiento de los límites de velocidad.
Por el contrario, esta transferencia activa de datos despierta recelos entre la mitad de los europeos (55%), que lo consideran una injerencia a su intimidad argumentando que es obligación de cada conductor adoptar una conducta responsable al volante sin necesidad de lleva un “gran hermano” a bordo.
Así, soluciones como el e-call o lo que es lo mismo, la capacidad de avisar automáticamente al 112 en caso de accidente, advirtiendo de la hora, personas implicadas y lugar exacto del siniestro para garantizar un auxilio eficaz en carretera, se alza como la más valorada por el 85% de los españoles, frente al 80% de los europeos.
Si de lo que se trata es de ganar tiempo evitando atascos, españoles y europeos coinciden. Un 78% de nuestros conductores, frente a un 73% de los europeos, encuentran los sistemas car-to-car –capaces de interconectar los vehículos para crear una cadena de información e intercambiar alertas de tráfico- parte imprescindible del equipamiento del coche.