Sanxenxo, Pontevedra, capital turística de las Rías Baixas. 17.543 habitantes, según censo de 2014, por cuya seguridad trabajan 24 agentes de la Policía Municipal. O mejor dicho: 25 agentes contando al famoso Paco, el poli más querido y respetado por todos los pequeños del municipio. Premiado en numerosas ocasiones, su fama no para de crecer. Al igual que su familia, que sigue sumándose al programa didáctico de Educación Vial impulsado por el Concello de Sanxenxo.
Hasta hace apenas unos años, los agentes Abelardo y Manuel eran los encargados de las clases que sobre educación vial se impartían en los colegios e institutos de Sanxenxo coincidiendo con el Programa de Seguridad Vial que la Policía Local desarrolla cada curso en los distintos centros educativos del municipio. Pero una charla de más de 50 minutos, por más que se intercalase con vídeos, era demasiado para los niños. “A los quince minutos, la atención de los peques comenzaba a perderse –explica Abelardo–. Así que Manuel y yo, inspirándonos en otras experiencias de educación vial que incluían teatro, pensamos en la idea de crear un muñeco para incorporar a las clases”. Un guiñol policía que por no tener, no tenía ni nombre, y al que bautizaron como Poli Paco camino del colegio, el primer día que lo utilizaron. Sin saber nada de guiñoles y sin ningún conocimiento de títeres, a Abelardo y a Manuel, el “experimento” les salió redondo. Los niños hablaban al Poli Paco como si fuera real, una persona, cantaban y se divertían, mientras aprendían las señales o la importancia de ponerse el cinturón. Los 50 minutos se quedaban ahora cortos.
Y los niños esperaban con ansia la segunda clase, porque el Programa de Seguridad Vial se divide en dos partes: una primera, en el aula; y la segunda, en la calle, a pie o en bicicleta, dependiendo de la edad de los niños. “Hasta que un día una niña de unos nueve o diez años se me acerca y me pregunta que si no nos acompaña mi compañero –cuenta Abelardo–. Como Manuel y yo siempre vamos juntos, no entendí a quién se refería. Hasta que la niña dijo: ¡Paco!”. Y la sola idea de que una niña de diez años pudiese creerse que el Poli Paco fuese de verdad, animó a Abelardo y a Manuel a hacer otra prueba: usar una careta de Paco para que éste acompañase a los peques en sus circuitos.
Premio RACE de Educación Vial, la Medalla a la Seguridad Vial de FESVIAL,… El palmarés de premios que acumula el Poli Paco ha ido creciendo al mismo tiempo que crece la espectacularidad de su programa de Educación Vial y también su familia, que poco a poco, va incorporándose al teatro. Primero fue la Poli Lola, la compañera de Paco. Después de sumó don Nicolás, el abuelo del Poli Paco y con el que los peques aprenden a respetar a las personas mayores. “Y aprovechamos para que los niños insistan luego en casa a los abuelos a ponerse un chaleco reflectante cuando salen a caminar por carretera”, añade Abelardo. Y ahora, en enero de 2016, se suma Paquito, el sobrino de Paco, cuyo objetivo será convencer del uso del casco cuando circula en bicicleta y a caminar siempre por la acera y no bajar a la calzada; y por último, Ero, un bombero, con quién los peques se familiarizarán en emergencias y primeros auxilios, que incluirán simulacros de evacuación de autobuses escolares.
En total, más de 2.100 escolares de Sanxenxo disfrutarán de las prácticas y divertidas jornadas de Educación Vial que llevará a cabo la Policía local con su famoso agente: el Poli Paco, un guiñol que aconseja a los niños y, de paso, contagia a los padres la ilusión por la seguridad vial.
Nota:
Los agentes Abelardo Martínez y Manuel Martínez pertenecen al cuerpo de la Policía Municipal de Sanxenxo (Pontevedra). Ambos son, además, técnicos en Educación y Seguridad Vial de ATESUGAL- FETEVI Galicia, delegación gallega de FETEVI, la Federación Estatal de Técnicos de Educación Vial.