Los accidentes de tráfico se han convertido en la auténtica “epidemia” del siglo XXI, hasta el punto que se prevee que en 2020 serán la tercera causa de muerte a nivel mundial. Según los expertos, la imprudencia está presente en más de un 80% de los accidentes. Dicho de otra manera, si fuéramos capaces de modificar nuestro comportamiento al volante, ¡¡8 de cada 10 accidentes se podrían evitar!! Además, todos deberíamos saber prestar unos primeros auxilios. Cuando se produce un accidente, reaccionar a tiempo sin perder los nervios hasta que llegan los servicios de socorro, puede ser vital en muchas ocasiones.
Desde el año 2000, Cruz Roja Española viene incidiendo en la difusión de su estrategia “Prevenir es vivir”. Bajo este eslogan, la institución ha ido aglutinando campañas relacionadas con la prevención primaria (evitar el accidente), pero sobre todo, con la prevención secundaria (minimizar sus consecuencias). Y centrándonos en esta segunda, ha desarrollado la CONDUCTA PAS, basada en tres actuaciones claves en el caso de ser testigos presenciales de un accidente:
Proteger – Avisar – Socorrer
Proteger el lugar del accidente
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Estacione su vehículo fuera de la calzada. Procure dejar libre una vía de acceso que permita la llegada de los servicios de socorro. En ocasiones, éstos tardan en llegar al lugar del accidente porque las vías de acceso están colapsadas por otros vehículos.
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Póngase el chaleco reflectante. Hágase visible cuando se mueva por la carretera y evitará posibles atropellos, sobre todo durante la noche.
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Señalice la zona afectada. Encienda los intermitentes de su vehículo y coloque los triángulos de peligro delante y detrás del lugar del accidente, en carreteras de doble sentido de circulación a 50 metros como mínimo.
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Inmovilice los vehículos accidentados. Eche el freno de mano y quite el contacto.
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Impida que se fume. Si hay pérdidas de combustible en la zona, puede producirse un incendio o explosión.
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Intente recabar información. Hable con los implicados y averigüe qué ha pasado, cuántas personas iban en el vehículo…
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Hágase una composición de lugar. Puede haber víctimas atrapadas o que hayan salido despedidas del interior de los vehículos y estén inconscientes a unos metros de distancia.
Avisar: cómo hacer una llamada de emergencia
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Pida ayuda. Llame a los servicios de socorro por el medio más rápido: teléfono móvil, poste SOS, etc. Llame al teléfono único de emergencias 112.
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Indique el lugar exacto del accidente. Carretera, punto kilométrico, sentido del accidente (si está en autovía o autopista) y otros datos que ayuden a localizar el accidente con la mayor rapidez posible.
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Describa la situación. Debe hacer hincapié en los peligros existentes: vehículos invadiendo la calzada, víctimas atrapadas, incendio, etc.
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Diga cuántos heridos hay y su estado aparente. Si usted es capaz, es importante informar del tipo de lesiones que presentan las víctimas.
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Identifíquese. De su nombre y no cuelgue el teléfono hasta que se lo indiquen.
Socorrer: cómo auxiliar a las víctimas
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Nunca saque a un víctima del interior de un vehículo. Únicamente hágalo en el caso de que su vida corra peligro (parada cardio-respiratoria, vehículo ardiendo…). Espere la llegada del personal especializado.
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Nunca le quite el casco a un motorista. Solo debe hacerlo si no respira o lo hace con dificultad, y si vomita o ha vomitado. Retirar el casco implica un riesgo para la víctima. Esta delicada maniobra debe llevarse a cabo por, al menos, dos personas entrenadas para hacerlo.
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Nunca lleve a un accidentado al hospital en su vehículo particular. Espere a que lleguen los servicios de socorro. Tienen los medios adecuados para hacer el traslado en las debidas condiciones.
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Y si finalmente tiene que recurrir a la movilización de emergencia… Si el accidentado está consciente, explíquele lo que va a hacer. Quítele el cinturón de seguridad y compruebe que sus pies no están atrapados entre los pedales del vehículo. Con cuidado, pase los brazos por debajo de las axilas. Con una mano, coja su antebrazo y, con la otra, sujete su mentón, como se muestra en la figura. Extraiga a la víctima, lentamente, manteniendo el eje cabeza-cuello-tronco, como si fuera un bloque rígido. Después, póngala en lugar seguro.
Socorrer: cómo actuar con los heridos
– Ante el riesgo de que se haya producido una lesión en la columna vertebral y/o la médula espinal, evite movimientos bruscos al accidentado.
– Chequee las funciones vitales de la víctima. Lo primero es valorar los “signos vitales” para saber cómo están funcionando: el cerebro (consciencia), los pulmones (respiración) y el corazón (pulso).
– Asegúrese de que está consciente. Si el herido no reacciona al hablarle, tocarle o estimularle suavemente, con unpellizco
por ejemplo, quiere decir que está inconsciente.
– Compruebe que respira. Si está inconsciente, compruebe que respira de forma espontánea. Para saber si una persona respira espontáneamente, debe “ver, oír y sentir” su respiración: mire, escuche y sienta en su mejilla el paso del aire a los pulmones de la víctima, durante no más de 10 segundos.
– Si la víctima respira por sí misma, colóquela en posición lateral de seguridad (PLS) y pida ayuda al 112.
– Si la víctima no respira por sí misma, llame al 112 e inicie cuando antes las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), tal y como le explicamos.
– Compruebe si tiene hemorragia, buscando la presencia de puntos sangrantes.
Reanimación cardiopulmonar (RCP)
1.- Asegure el lugar de los hechos. Elimine los peligros que amenacen su seguridad, la de la víctima o la de las personas que ahí se encuentren.
2.- Compruebe el estado de consciencia de la víctima. Arrodíllese a la altura de sus hombros y sacúdalos con suavidad. Acércese a su cara y pregúntele en voz alta si se encuentra bien. Si responde, deje a la víctima en la posición que se encuentra y haga una valoración secundaria. Si no responde…
3.- Pida ayuda sin abandonar a la víctima y colóquela en posición de reanimación. Boca arriba con brazos y piernas alineados sobre una superficie rígida y con el tórax al descubierto.
4.- Abra la vía aérea. Coloque una mano sobre la frente y con la otra tire del mentón hacia arriba, para evitar que la lengua impida el paso del aire a los pulmones.
5.- Compruebe si la víctima respira normalmente manteniendo la vía aérea abierta (ver, oír, sentir durante no más de 10 segundos). Si la víctima respira, colóquela en posición lateral de seguridad (PLS) y llame al 112. Si no respira…
6.- Pida ayuda al 112 e inicie 30 comprensiones torácicas en el centro del pecho.
7.- Realice 2 insuflaciones con la vía aérea abierta (frente-mentón) y la nariz tapada. Si el aire no pasa en la primera insuflación, asegúrese de estar haciendo bien la maniobra frente-mentón y realice la segunda insuflación, entre o no entre aire.
8.- Alterne compresiones –insuflaciones en una secuencia 30.2 (30 comprensiones y 2 insuflaciones) a un ritmo de 100 compresiones por minuto.
9.- No interrumpa hasta que la víctima inicie respiración espontánea, se agote o llegue ayuda.
¿SABÍAS QUÉ…
Y recuerde
Toda persona que presencie, se encuentre o esté implicada en un accidente está obligada a prestar ayuda siempre que no exista riesgo propio ni de terceros. De no poder prestar socorro, es obligado demandar con urgencia auxilio llamando al 112. De no hacerlo se incurrirá en un delito de omisión de socorro tipificado por el código penal.