Clásicos para aprender y disfrutar en familia
Cuando todavía nadie se preocupaba aún por la seguridad vial, la factoría Walt Disney ya realizaba disparatados cortometrajes de dibujos animados en los que, de una forma u otra, se parodiaba la conducta del hombre al volante. El primero de ellos, “Motor Manía”, una maravillosa cinta de dibujos animados de 1950 dirigida por Jack Kinney en la que, a modo de remake de “Jekil y Hyde” Goofy es un gentil “Mr Walker” que cuando se pone al volante de su automóvil se transforma en el maníaco “Mr. Wheeler”.
“Motor Manía” fue galardonado con el “Buyer Trophy” a la mejor película sobre seguridad en el tráfico y el ejército de Estados Unidos adquirió una copia para su reproducción libre en las clases de entrenamiento de conducción de vehículos especiales. El departamento de policía de Oakland (California) también adquirió los derechos para su exposición dentro de los programas de reeducación de los conductores infractores. No es extraño su éxito pues incluso hoy, más de 60 años después de su estreno, el argumento de “Motor Manía” sigue muy vigente y, tristemente, quién sabe por cuanto tiempo más lo estará.
Pese al éxito del primer cortometraje sobre seguridad vial, Disney no volvió a producir ningún otro título sobre el tema. Hasta que en 1965, curiosamente, estrenó: “Freeway Phobia 1” y “Freeway Phobia 2”, también conocida como “Goofy’s Freeway Troubles” y readaptación de la primera, también con Goofy como protagonista.
Los historiadores del cine aún polemizan por el por qué de estos dos cortometrajes. Unos especulan que ambas cintas fueron encargo del gobierno de Estados Unidos en un momento en el que el sistemas de autopistas interestatales no dejaba de crecer transformando la manera de conducción de los americanos. Otros, que forman parte de una división de vídeos educativos diseñados para las escuelas ideada por el propio Disney para obtener fondos para la realización de otras superproducciones.
Obviando el origen, en los dos cortometrajes se vuelve a tratar de lleno el tema de la seguridad vial. Goofy da vida a tres personajes que son un peligro en la carretera. Por un lado está “Driverius Timidicus”, el miedoso; por otro, “Motoramus Fidgitus”, el nervioso; y por último, “Neglecterus Maximun”, el distraído. Los tres son protagonistas de un maravilloso curso de seguridad vial que incluye, por ejemplo, el tiempo de reacción del cerebro en caso de frenado de emergencia entre otros temas.