En 2018 se dictaron 89.264 condenas por delitos contra la seguridad vial, lo que representa el 34% del total de condenas por cualquier tipo de delito. La mayoría de ella, 56.173 fueron por conducir bajo la influencia de alcohol y/o drogas. De los 342 escritos de acusación formulados en 2018 por delitos de homicidio imprudente en cualquier ámbito de actividad, 250 estuvieron relacionados con el tráfico.
Como todos los veranos, el Fiscal Coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, ofreció una rueda de prensa para desgranar los últimos datos sobre la actividad de la Fiscalía que dirige, una especie de radiografía completa sobre las acusaciones y condenas relacionadas con el tráfico y la seguridad vial, una vez recopilados y cerrados todos los datos referentes al ejercicio fiscal anual anterior, en este caso 2018.
Así, en 2018 se dictaron 89.264 sentencias de condenas de delito de peligro, lo que supone que una de cada tres sentencias condenatorias fue contra la seguridad vial, de las cuales 56.173 fueron por conducción bajo la influencia de alcohol y/o drogas. Son unas 7.000 sentencias de condena más que las de 2017, lo que Bartolomé Vargas apunta como un dato positivo, “al ser señal de que la ley se va aplicando cada vez a más personas y cala ese mensaje motivador y disuasorio, fundamentalmente para que el ciudadano no tenga ese sentimiento de impunidad y comprenda que, si comete un delito, tarde o temprano va a ser detenido”. De hecho, de los 342 escritos de acusación formulados por delito de homicidio imprudente en cualquier ámbito de actividad, 250 estuvieron relacionados con el tráfico.
“En España la aplicación de la ley es efectiva, pronta, inmediata y rehabilitadora”, explicó Vargas. En la gran mayoría de los casos, las acusaciones se formulan y las condenas recaen en los cortos plazos de los juicios rápidos, siendo las sentencias en un porcentaje muy elevado –cercano al 90%– de conformidad. “La pena disuade y la pena reinserta”, afirma el Fiscal Coordinador. En los casos de conformidades, la Fiscalía promueve las penas de trabajos en beneficio de la comunidad, que ya representan el 22% de todas las condenas.
Rehabilitación de los condenados
Instituciones Penitenciarias ha diseñado dos tipos de intervenciones con la finalidad de reinsertar a los conductores que cumplen condenas en las cárceles españolas. Estos trabajos se realizan a través de los talleres de sensibilización específicos TASEVAL (de carácter educativos, si la pena es hasta 60 jornadas) y PROSEVAL (de carácter terapéuticos, si la pena es superior a las 60 jornadas).
En 2018, 4.513 personas iniciaron el cumplimiento de su pena de trabajos en beneficio de la comunidad a través de TASEVAL. En los seis primeros meses de 2019 se inscribieron en este taller 2.697 personas. Con respecto a PROSEVAL, 807 personas iniciaron el cumplimiento del programa en 2018, mientras que en los seis primeros meses de 2019 esta cifra es de 621 personas.
Asociaciones de víctimas
Además, las asociaciones de víctimas colaboran muy activamente en estos programas. Una de sus iniciativas consiste en desplazarse periódicamente a los centros penitenciarios para impartir mensajes sobre la necesaria concienciación vial a todos los internos y compartir con ellos una jornada completa para que conozcan de primera mano las limitaciones físicas y psicológicas que padece en su día a día una víctima de siniestro de tráfico.
Dossier del Fiscal de Seguridad Vial