La Dirección General de Tráfico había prometido una reforma del actual sistema de formación de conductores. En la actualidad, no se exige acreditar una formación específica teórica o práctica para acceder a los exámenes para obtener el permiso de conducir. La de conocimientos –examen teórico– y de aptitudes y comportamientos –examen práctico– son el sistema de control de los candidatos. Mientras que el acceso al examen práctico se realiza obligatoriamente a través de las autoescuelas, los aspirantes a conductores pueden elegir si preparan el examen teórico por su cuenta, en una autoescuela o a través de un centro de formación a distancia, lo que popularmente se conoce como autoescuelas online o digitales.
El borrador del Real Decreto de reforma de este sistema de formación de conductores elaborado por la DGT proponía introducir una formación obligatoria adicional dirigida a incrementar la sensibilización de los futuros conductores sobre la importancia del respeto a las normas y las graves consecuencias de no cumplirlas. Es decir, concienciación pura y dura, tipo la que se realiza en los cursos de recuperación de puntos, incluyendo los testimonios de víctimas de siniestros de tráfico. Esta nueva formación se impartiría de manera presencial en autoescuelas, tendría una duración entre 8 y 12 horas dependiendo del permiso a obtener y debería realizarse antes de la prueba de control de conocimientos –examen teórico–.
Continuando los pasos habituales, el paso mes de septiembre, el Ministerio del Interior envió a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) el texto del Real Decreto solicitando su informe. Y el resultado de este último es que Competencia rechaza la propuesta de la DGT.
Competencia valora positivamente las horas de formación adicional en sensibilización y concienciación, pero rechaza que tengan que ser obligatoriamente presenciales
La CNMC no encuentra nada objetable a la exigencia de más formación, insistiendo en varios puntos de su informe en que “dicha sensibilización es, sin duda, un objetivo deseable para aumentar la seguridad vial”. Sin embargo, recalca que “la exigencia de que la nueva formación sea presencial (…) y que solo pueda impartirse en las autoescuelas tradicionales (…) obliga al alumno a contratar con una autoescuela, en detrimento de los centros de formación online”.
Competencia tampoco considera justificada que esta nueva formación deba acreditarse antes de acceder al examen teórico porque vuelve a favorecer que los alumnos acudan a autoescuelas tradicionales, en detrimento de las digitales, para preparar su examen teórico. Y zanja, de forma muy dura, diciendo “no se alcanza a comprender que razón imperiosa de interés general se vería debilitada por el hecho de que los nuevos cursos de sensibilización se prestaran por operadores económicos diferentes de las autoescuelas, máxime teniendo en cuenta que el personal participante en la formación que aportaría un mayor valor añadido al alumno (fuerzas y cuerpos de seguridad, sanitarios, bomberos, víctimas de siniestros…) no forma parte del personal de las autoescuelas”.
Competencia recomienda a Interior revisar el Real Decreto de reforma del sistema de formación de conductores
Por todo lo anterior, la CNMC recomienda al Ministerio de Interior revisar la regulación propuesta: valorar la existencia de alternativas a la estricta exigencia de que la nueva formación sea presencial; eliminar la reserva a las autoescuelas para la impartición de dicha formación; y eliminar la exigencia de que la nueva formación deba acreditarse antes del examen teórico, previendo en su lugar que deba acreditarse antes de la obtención del permiso de conducir.
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