Con motivo de la Semana Mundial de la Seguridad Vial, cuyo lema este año es la seguridad de los peatones, desde FeuVert en marcha queremos apostar por los caminos escolares. Pero, ¿qué es esto? Un camino escolar es un proyecto de movilidad dirigido a facilitar que niños y niñas puedan ir solos a la escuela. Yendo más allá, es un proyecto de ciudad que pretende recuperar la movilidad sostenible retirando automóviles de la vía pública y promoviendo la autonomía infantil.
Desde los años setenta a esta parte, las calles de la ciudad han sufrido una fuerte transformación, pasando de ser un espacio peatonal por excelencia a estar ocupadas en su mayor parte por vehículos. Hoy, la calle de una ciudad se siente como un lugar peligroso donde se puede sufrir un atropello –eso sin contar con la incomodidad de los humos, ruidos, etc.–, donde los niños ya no van solos y deben estar siempre bajo la protección de un adulto. Los caminos escolares son proyectos que encajan perfectamente en los planes de movilidad sostenible de las ciudades, dado que aparecen para evitar el uso del coche para ir a la escuela y contribuyen a reducir la presencia y la velocidad de los vehículos a motor para favorecer otros modos de desplazamiento menos agresivos.
Por otro lado, los caminos escolares favorecen la autonomía infantil, influyendo positivamente en la autoestima y en la formación de niños y niñas responsables. Entre los 8 y los 12 años, todos los niños son capaces de moverse solos por su localidad, habilidad de la que en la práctica no muchos pueden disfrutar.
Tipos de caminos escolares
- Camino libre: A través de calles señalizadas o pacificadas, los niños acuden al colegio andando o en bici, bien solos o acompañados por adultos a lo largo del recorrido. La calles están identificadas por señales, anagramas o símbolos que todo el mundo entiende y que se colocan tanto en la vía pública como en locales comerciales adheridos al camino libre. Para el diseño de caminos libres, la implicación de las autoridades locales es fundamental, dado que éstas deberán realizar mejoras orientadas a reducir las situaciones conflictivas de tráfico: reducir la velocidad (calles 30), ensanchar aceras, colocar separaciones de seguridad (vallas, setos, etc.), peatonalizar tramos, sincronizar semáforos para dar más tiempo a los peatones, ejecutar vías ciclistas, etc…
- Pedibús: Un pedibús es un modelo de camino escolar donde los niños van andando en grupo acompañados o solos, en función de la edad. Si van acompañados, lo harán de dos adultos: uno delante y otro al final. El recorrido, previamente acordado, realiza varias paradas donde –al igual que en el autobús–, esperan otros niños que se unirán al grupo. El pedibús es la opción idónea para aquellos niños que por su edad aún no pueden optar por el camino libre. Los adultos pueden ser padres o madres voluntarios, aunque en muchos lugares es un medio tan consolidado de ir al colegio, que los acompañantes son monitores o educadores contratados para este fin.
- Bicibús: Igual que el pedibús, consiste en acudir en grupo al cole, pero en bicicleta. La diferencia con el camino escolar anterior es que las vías para circular serán más restringidas para no entorpecer el espacio de los peatones, pudiendo circular solo por calles peatonales, paseos, carriles bici y calles pacificadas.
- Transporte público: En este caso los niños acuden al colegio en grupo en cercanías, tranvía o autobús con acompañamiento adulto. La coordinación entre el centro escolar y las compañías de transporte público es imprescindible.
- Automóvil privado: Cierto que el principio básico del camino escolar era prescindir del uso del coche, pero habrá casos que por la distancia u otras circunstancias recurrir a éste sea aconsejable. En estos casos, habría que establcer zonas próximas, pero no pegadas, al colegio para aparcar y terminar el camino andando por los itinerarios marcados. Lo ideal para reducir el impacto medioambiental sería el coche compartido: un adulto que lleva a varios niños.
¿Quién participa en los caminos escolares?
Los caminos escolares son imposibles sin el impulso y apoyo de diferentes colectivos y de la coordinación entre ellos:
- Los niños, porque son los verdaderos protagonistas de estas iniciativas. Su participación responsable es un reconocimiento a un trabajo colectivo en el que ellos también contribuyen favoreciendo la creación de espacios amables, pacíficos, sanos y seguros.
- Los profesores y el colegio, porque serán los responsables de realizar todas las tareas informativas o formativas necesarias para hacer viable el camino escolar.
- Las madres y padres, concienciándose de que los caminos escolares son rutas seguras al colegio que se diseñan para resolver los problemas de seguridad vial.
- La administración, dado que un camino escolar es una actuación en la ciudad o en el pueblo para la ciudadanía.
- Los vecinos, desde las asociaciones vecinales a las de comerciantes, fomentando la cercanía y confianza en la comunidad.
¿Cómo poner en marcha un camino escolar?
Hace casi dos décadas que empezaron a ponerse en marcha proyectos para recuperar la calle para los niños en las ciudades. Uno de los pioneros en ese sentido fue Francesco Tonucci con su propuestas “A la escuela vamos solos”, iniciado en Fano (Italia). Desde entonces existen muchas experiencias en multitud de ciudades europeas y también españolas: Barcelona, San Sebastián, Segovia, Granollers, Zaragoza, Madrid, etc., todas ellas con su propia metodología adaptada a su propio contexto de ciudad. Todas, eso sí, coinciden en tres criterios básicos:
- Los niños tienen capacidad para proponer mejoras en su barrio, en su pueblo o en la ciudad en la que viven.
- Lo que es bueno para los niños, es bueno para toda la población.
- Recuperando la calle para la convivencia, el barrio, el pueblo o la ciudad será más humana, segura, saludable y sostenible.
En junio de 2010 se editó “Camino escolar. Pasos hacia la autonomía infantil”, un interesantísimo material para difundir y poner en marcha proyectos de caminos escolares. Las autoras son Marta Román Rivas e Isabel Salís Canosa. De la multitud de bibliografía existente al respecto, en Feu Vert en marcha destacamos este espectacular trabajo. La guía se puede descargar en PDF en alta resolución y en baja resolución desde la web del Ministerio de Fomento. No se pierda el vídeo que acompaña el proyecto:
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