Rachel Lowry Taylor Sauer (18) sabía que no podía usar el móvil mientras conducía. En enero de 2012, mientras regresaba a su casa en Caldwell (Idaho, EEUU), envió este mensaje: “No puedo hablar de este asunto ahora, conducir y facebook a la vez no es seguro, jajaja”. Momentos después chocó contra otro vehículo. Murió en el acto.
Hemos puesto un ejemplo de una joven extranjera, por no dar los datos de una española. Pero hay casos idénticos. El uso del móvil entre los jóvenes aumenta en lugar de disminuir. El 50% de los conductores de entre 18 y 29 años navega en Internet en el móvil mientras conduce, frente al 29% que lo hacía en 2009. Esto indica que los jóvenes que se ponen al volante dedican más atención a su “smartphone” que a la carretera. Son datos oficiales: las sanciones de tráfico por usar telefonía móvil se han multiplicado por 18 en los últimos seis años, sobre todo en Madrid y Andalucía, donde han pasado de 1.500 multas a más de 27.000. Y eso que no son baratas: 200 euros y retirada de tres puntos del permiso de conducción.
Las cifras son escalofriantes: solo en 2011, 649 personas murieron en accidente de tráfico por usar el móvil mientras conducían. Según la DGT, en 2010, el móvil causó 33.000 accidentes con víctimas. Los siniestros más comunes: salidas de la vía, choques con vehículo y atropello.
Se cuadriplica el riesgo
El uso del teléfono movil es un factor que multiplica por cuatro el riesgo de sufrir accidentes y que puede equipararse a la conducción con alcohol. El riesgo de utilizar el móvil durante la conducción no es la pérdida de maniobrabilidad por estar utilizando una mano –que también es peligroso–, sino la bajada del nivel de atención.
- Al buscar o manipular el móvil, el conductor se distrae y necesita más tiempo para reaccionar.
- Se dejan de percibir hasta un 50% de las señales de tráfico, lo que implica el incumplimiento de algunas normas. Se producen errores de cálculo y, por ejemplo, disminuye la distancia de seguridad.
- El conductor SIEMPRE reduce la velocidad cuando usa el teléfono, pudiendo producir cambios bruscos e inesperados para el resto de usuarios. Tras un minuto y medio de hablar por el móvil (incluso por el manos libres), el conductor no percibe el 40% de las señales, su velocidad media baja un 12% y se tarda más en reaccionar ante un imprevisto.
- Sostener el móvil implica perder capacidad de maniobra para girar el volante, para accionar los intermitentes, la palanca de cambios, etc.
- Durante la conversación se puede perder la noción del tiempo y se produce cierta desorientación. Esto puede inducir a tomar decisiones precipitadas y erróneas.
¿Cuáles son los momentos más peligrosos?
Al recibir la llamada | Al marcar o teclear un mensaje | Durante la conversación | Al colgar y dejar el móvil |
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Recuerde…
- No use el móvil si está conduciendo.
- Si la llamada es urgente, inmovilice el vehículo correctamente situándolo fuera de la calzada y de la parte transitable del arcén.
- No llamar a ninguna persona si sabemos que está conduciendo.
- Prestar especial atención a los peatones que están hablando por el móvil; ellos también están andando distraídos.