Los camiones representan el 7,2% del parque de vehículos y en 2019 estuvieron implicados en el 5% de los siniestros con víctimas. Un total de 4.252 siniestros en los que fallecieron 236 personas, es decir, más del 13% del total de fallecidos en 2019. 181 de las 236 víctimas mortales viajaban en otro vehículo distinto al implicado o fueron atropelladas. La gravedad de estos siniestros justifica las continuas campañas de vigilancia que DGT realiza periódicamente para comprobar que tanto los conductores profesionales como los vehículos de transporte circulan con arreglo a la normativa. En la última, realizada entre el 8 y el 14 de febrero, prácticamente 1 de cada 2 conductores de camiones inspeccionados fueron sancionados. De las 5.076 denuncias tramitadas, 2.388 fueron por exceder los tiempos de conducción.
A los conductores de camiones no les gusta estar en el punto de mira de la Dirección General de Tráfico. El problema de la siniestralidad no es de los camiones, afirman. Y según Fenadismer, en dos de cada tres siniestros con víctimas en los que se ve involucrado un vehículo pesado, la responsabilidad de que el siniestro se produzca es del otro usuario de la vía. A finales de 2019, en el propio blog de la federación le recomendaban a la DGT que si lo quería es reducir la siniestralidad “en lugar de implantar más restricciones a los camiones, debería plantearse mejorar la formación del resto de conductores para que no provoquen accidentes al interactuar con los camiones en las carreteras por los que todos deberíamos tener el mismo derecho a circular”.
Pero la realidad es tozuda. Y pese a que el segmento del camiones represente el 7,2% del parque móvil y solo esté implicado en el 5% de los siniestros, estos últimos son muchos más graves debido a las grandes dimensiones de estos vehículos, resultando terceros la mayor parte de los fallecidos, es decir, personas que no viajaban en el camión en el momento de siniestro. Solo en 2019, fallecieron 236 personas en siniestros de tráfico con camiones de más de 3.500 kg de MMA, de las cuales 55 personas eran ocupantes del camión y el resto, ocupantes de otros vehículos o peatones.
Para más inri los datos de siniestralidad provisionales de 2020 no han mejorado estas cifras. Mientras el número de fallecidos se redujo un 21% consecuencia de la reducción del tráfico por las distintas medidas de restricción de movilidad impuestas por la pandemia, en los camiones de más de 3.500 kg de MMA, la reducción fue menos significativa. Según los propios datos de la DGT, en 2020 fallecieron 44 camioneros, 8 menos que en 2019, los que supone una reducción del 15,4%.
Contra esto se podría argumentar que el tráfico de camiones se redujo menos que el del resto de vehículos. En el caso de los vehículos ligeros este descenso alcanzó hasta un 40%, mientras que los vehículos pesados solo redujeron los movimientos un 7% de media (5,59% en día laborales y hasta un 20% menos en fines de semanas). Pero lo escalofriante ocurrió entre mediados de marzo y finales de abril, durante los primeros 45 días del estado de alarma, en los que fallecieron 12 camioneros, uno cada cuatro día, cuando la media precovid era de uno cada doce días.
Todo lo anterior justifica el control de vehículos y conductores que realiza periódicamente la DGT, tanto con la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, como con el resto de policías autonómicas y locales que se suman a estas campañas de vigilancia que se enmarcan dentro de la Operation Truck&Bus que desarrolla a nivel europeo la asociación RoadPol (European Roads Policing Network).
La última se realizó entre el 8 y el 14 de febrero con el resultado de 17.727 vehículos controlados. De ellos, 5.076 conductores de camiones y 131 de autobuses fueron denunciados por no cumplir algunos de los preceptos de la normativa. Además, se inmovilizaron 90 camiones por diferente motivos atribuidos al conductor o al vehículo y que impedían continuar la circulación por carretera.
Como viene siendo habitual en estas campañas de vigilancia, las infracciones más numerosas fueron las motivadas por excesos de horas de conducción. Lo preocupante es que esta infracción no deja de aumentar en porcentajes, suponiendo en esta ocasión el 13% del total, frente al 10% de la campaña anterior. En concreto, se tramitaron 2.388 denuncias a camioneros por infracciones relativas a los tiempos de conducción y otras 300 por cuestiones relacionadas con el tacógrafo. Cabe recordar que no respetar los tiempos de conducción y descanso aumenta el riesgo de sufrir o probar un siniestro, ya que puede generar fatiga y distracciones y puede ser catalogada como infracción leve, grave o muy grave en función del porcentaje de exceso en los tiempos de conducción o en la minoración de los descansos.
Aumenta también el número de denuncias por exceso de velocidad, con 154 conductores de camiones que circulaban a velocidades superiores a la permitida. También se incrementan las sanciones relativas a la documentación del vehículo o del conductor, con 992 camiones sancionados. Por el contrario, descendieron las denuncias relativas al exceso de peso y mala disposición de la carga, por no uso del cinturón de seguridad y las alcoholemias y pruebas positivas en drogas.
A tenor del elevado número de desgracias personales que implican los siniestros en los que está involucrado un camión y viendo los resultados de la última Operation Truck&Bus, es evidente que estas campañas de vigilancia están más que justificadas.