Nunca es tarde si la dicha es buena y en este caso es tan buena, que todas las entidades de usuarios de bicicletas continúan de celebración. La bicicleta, por fin, dispone de partida propia dentro de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2021 del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. 5 millones de euros para la Estrategia Estatal de la Bicicleta más parte de los 345 millones en la implantación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en ciudades de más de 50.000 habitantes.
Año tras año, España ha ocupado el vagón de cola en lo que a impulso de uso de la bicicleta se refiere. Cierto que la movilidad en bici ha ido creciendo en los últimos años, cierto que cada vez más administraciones locales se han volcado en las bicicletas, pero más cierto es aún que la Administración Central del Estado, es decir, el Gobierno, no había puesto nunca entre sus objetivos, ni primeros ni últimos, la normalización del uso de la bicicleta.
La bicicleta en los presupuestos europeos desde 1990
Tanto es así, que mientras los países europeos creaban sus propios planes estatales de la bicicletas –Países Bajos, el Masterplan Fiets (1990), revisado en 1997; Reino Unido en 1996 con la National Cycling Strategy; Alemania el Plan Nacional Circulemos en Bici 2002/2012; Francia, el Plan National Velo…–, en España, la bicicleta no aparecía por ninguna parte. Bueno, sí, de refilón.
En 2005, el Plan Estratégico de Transportes sí incluyó apartados específicos para las bicicletas, pero que nunca se llevaron a cabo. Posteriormente, en 2007, el Ministerio encargó la redacción de una “Estrategia Estatal de Modos Saludables”, que jamás vio la luz ni se puso en marcha. Y solo en 2012, el Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda 2012-2024 del Ministerio de Fomento hizo referencia a la promoción de modos no motorizados.
Mientras tanto, autonomías, diputaciones y ayuntamientos iban llevando a cabo sus propias iniciativas del impulso de la bicicleta: Plan Andaluz de la Bicicleta, Plan Estratégico de Catalunya 2008-2012, Plan Director Ciclable de Bizcaia, Plan Territorial Sectorial de la Vías Ciclistas de Guipuzcoa, Plan de Movilidad Ciclista de Cantabria… Y fueron sumándose más hasta que, en junio de 2015, el Consejo de Ministros, encargó a la Dirección General de Tráfico la redacción de un Plan Estratégico Estatal de la Bicicleta (PEEB) que coordinase horizontalmente las actuaciones de los diferentes Ministerios implicados con las administraciones autonómicas y locales y las asociaciones y agentes económicos interesados.
A priori al lector puede parecerle demasiada información previa, si tenemos en cuenta que son apenas 5 millones de euros los que ocupa la bicicleta dentro de unos Presupuestos Generales del Estado que ascienden a un total de 4.893 millones de euros. Pero consideramos que es importante comprender el hito que supone para todos aquellos que llevan décadas –sí, no años, ni lustros, décadas– intentando avanzar, como el resto del mundo, hacia nuevos paradigmas de movilidad.
En España, la Estrategia Estatal de la Bicicleta empieza a redactarse en 2017
Desde que en 2015 se encarga a la DGT la elaboración de la Estrategia Estatal por la Bicicleta, vuelven a transcurrir otros dos años hasta que empiezan las primeras reuniones y trabajos para llevarla a cabo. De hecho, no es hasta mayo de 2017 cuando comienza a redactarse la hoja de ruta para dar un gran espaldarazo a la normalización y promoción de la bicicleta en España. La presentación del documento final, en octubre de 2019, constituyó ya de por sí un hito para la denominada Mesa de la Bicicleta, que firman algunas de las principales organizaciones de usuarios de bicis como ConBici, la Red de Ciudades por la Bicicleta , la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC), la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE) o la Red de Ciclojuristas (RCJ), entre otros.
Nuevas elecciones generales en noviembre de 2019, nuevo Gobierno a comienzos de enero de 2020 y a finales del mismo mes, primer positivo de Covid-19 confirmado en España. El 15 de marzo se declara el primer estado de alarma que trajo consigo el confinamiento de toda la población y es el 28 de abril, al anuncio del Plan de Desconfinamiento por fases, la llamada “nueva normalidad”, cuando desde el Gobierno y promovido por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), se empieza a recomendar que, “siempre que se pueda”, se camine o se monte en bicicleta.
En junio, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Bicicleta, José Luis Ábalos, ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, anuncia que su ministerio será el encargado de implantación de la Estrategia Estatal de la Bicicleta. Y es en estos días de finales de octubre de 2020 cuando, por fin, la Estrategia comienza a andar, tras su inclusión en los Presupuestos Generales del Estado 2021, con una partida específica de 5 millones de euros para la Oficina de la Estrategia Estatal de la Bicicleta (EEB).
5 millones de euros y más
Es evidente que 5 millones de euros no son suficientes para construir carriles bici o hacer grandes campañas de fomento y concienciación del uso de la bicicleta. Es una cantidad pequeña, podría decirse que ridícula, pero su objetivo único es dotar de recursos humanos y técnicos a la Oficina de la Estrategia Estatal de la Bicicleta.
Los carriles bici y el fomento y concienciación del uso de la bici se financiarán dentro de otras actuaciones recogidas en el apartado de Movilidad Urbana y Metropolitana, que incluye un Plan de Choque de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada en entornos urbanos, con un presupuesto de 345 millones de euros, que se destinarán a la implantación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
Las bicicletas también se beneficiarán de la inversión en carreteras del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, tanto en las iniciativas de ampliación de red como en las actuaciones previstas de conservación y mejora de las vías ya existentes, dado que todos los proyectos incluirán criterios de sostenibilidad y, en la medida que se pueda, se impulsará la movilidad en bicicleta mediante infraestructuras ciclistas periurbanas e interurbanas. Finalmente, la bicicleta también se hará un hueco dentro de las inversiones en infraestructuras de ferrocarriles de red convencional y cercanías, favoreciendo la intermodalidad con la bicicleta.
La Estrategia Estatal para la Bicicleta está diseñada para el periodo 2020-2025 e incluye más de 100 acciones con el objetivo del fomento del uso de la bici. Puedes descargarte el resumen del documento ejecutivo pinchando aquí.
