La DGT ha empezado a clasificar a los vehículos en función de lo que contaminan. A partir de este mes, 16 millones de conductores –el 50% más limpio– empezarán a recibir una etiqueta que calificará a sus coches como más respetuosos con el medio ambiente. En ciudades, esto les discriminará positivamente en zonas de circulación restringida.
Esta categorización de los vehículos en función de su potencial contaminante no es ocurrencia nueva de la DGT, como a algunos podría parecerles. En realidad, forma parte del desarrollo del Plan Nacional de Mejora de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera 2013-2016 que, como es habitual, se ha retrasado hasta el último momento. En 2011, el borrador del Plan Aire ya señalaba al tráfico rodado como principal responsable de la contaminación en grandes ciudades, por lo que en su texto definitivo determinó restringir la circulación de los vehículos más contaminantes dentro de zonas especiales de circulación restringida (zonas urbanas protegidas ambientalmente). Paso previo para llevar a cabo esta discriminación entre vehículos más o menos respetuosos medioambientalmente, era elaborar una clasificación del parque de vehículos en función de los niveles de contaminación que emiten. Esto le serviría a grandes ayuntamientos como Madrid o Barcelona para establecer posteriormente sus políticas de restricción del tráfico en zonas reservadas o durante episodios de alta contaminación o incentivar nuevos modos de movilidad más sostenibles. La idea era empezar a emitir las etiquetas en 2013, pero el proyecto se fue demorando hasta el actual 2016.
La etiqueta medioambiental para zonas urbanas de circulación restringida (o zonas urbanas de protección ambiental, no sabemos que denominación terminará por hacerse más conocida) no es una idea pionera en España, si no una realidad bien conocida en grandes ciudades europeas. En Alemania, por ejemplo, es obligatorio llevarlas pegadas en el parabrisas delantero. Desde 2008, y paulatinamente, las normativas municipales han ido restringiendo el acceso a los cascos urbanos a los vehículos con pegatinas amarilla o verde, únicamente con pegatina verde… Son las “Umwelt Zone” (zonas de baja emisión) donde solo pueden circular los vehículos que menos contaminan. Si nuestro vehículo no dispone de la etiqueta con el color que indica la señal, no podremos entrar en la zona. Bueno, poder, poder, podremos, pero a riesgo de que nos pongan una multa de 80,00€.
No sabemos el tiempo que el proceso tardará en implementarse en las grandes ciudades españolas. De momento, la DGT ha empezado a enviar las 100.000 primeras pegatinas correspondientes a los vehículos CERO –azul– y ECO –verde/azul–, que identifican a los coches más limpios. En los próximos meses, y de manera progresiva, irá enviando los distintivos C –verde– y B –amarillo–, hasta completar el 50% del total del parque móvil, unos 16 millones de coches. El plan es continuar con la clasificación hasta tener etiquetados a los 32 millones de vehículos que circulan por España. Esto no impide, sin embargo, que los grandes ayuntamientos empiecen a establecer los incentivos relativos a fiscalidad y movilidad de los vehículos menos contaminantes, ya identificados, como hace la propia DGT permitiendo circular por los carriles bus VAO a los vehículos CERO.
Estas son las primeras etiquetas ambientales que va a remitir la DGT a los conductores de los vehículos menos contaminantes. Si quieres saber cuál va a ser la clasificación de tu coches, pincha aquí.