Feu Vert recicló en 2021 un total 6.316 toneladas de residuos –entre peligrosos y no peligrosos–, de las cuales 3.719 toneladas correspondieron a neumáticos, 1.022 a baterías y 619 a aceites usados. Atendiendo a estos últimos, y en un claro ejemplo de Economía Circular, el 74% de estos 619.000 litros de aceite usado recuperados por Feu Vert, acabarán transformados en más de 450.000 litros de aceite de motor nuevo, tras su gestión y valorización por SIGAUS.
En su actividad, todos los talleres mecánicos generan residuos –peligrosos (aceites, baterías,…), no peligrosos (neumáticos, herramientas rotas,…) y urbanos (cartones, plásticos,…)– que deben ser correctamente organizados, almacenados y gestionados, según determina la Ley 22/2011 de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados. En 2021, Feu Vert recicló más de 6.000 toneladas de residuos, de las cuales más de 3.700 correspondieron a neumáticos, de cuya gestión se encarga SIGNUS; más de 1.000 toneladas de baterías, gestionadas por los propios fabricantes; y más de 600 toneladas de aceite usado de cuya recuperación se encarga SIGAUS, organización sin ánimo de lucro que se financia con los 0,06€ que el consumidor paga por cada litro de aceite de motor adquirido.
Precisamente de aceites usados y de SIGAUS queremos hablar hoy, dentro de la Semana de la Educación Ambiental, con el objetivo de trasladar un mensaje positivo de cómo el reciclaje de aceites usados se ha convertido en un importante eslabón en la cadena de protección del medio ambiente, siendo ese pequeño canon de 0,06€ una de las inversiones medioambientales más rentables que hacemos los conductores cuando tenemos que cambiar el aceite de nuestro coche.
De aceite usado a aceite base para la fabricación de nuevos lubricantes
El compromiso medioambiental de Feu Vert es más que un valor de empresa. Conscientes de que el desarrollo sostenible es el único posible, constituye todo un compromiso de alcance social que pasa por una estricta y responsable gestión de los aceites usados en los talleres, de cara a la obtención de nuevos aceites base con los que se puedan formular nuevos lubricantes. Se evita así el uso de nuevas materias primas en la elaboración de aceites –para obtener 1 litro de aceite nuevo de motor a partir del primer refinado de petróleo se necesitarían cerca de 70 litros de petróleo–, y se reducen las emisiones de CO2, frenando el terrible efecto invernadero.
De todo este proceso se encarga SIGAUS, una entidad sin ánimo de lucro creada por iniciativa de los fabricantes de lubricantes, últimos responsables de garantizar y financiar la correcta gestión de los aceites usados. Este Sistema de Gestión de Aceites Usados (SIGAUS) mayoritario en España se ocupa de la recogida del aceite en los talleres Feu Vert y los lleva a plantas de valoración donde, en un proceso denominado “Regeneración”, se elimina el agua, aditivos, metales pesados y otros residuos del aceite usado, obteniendo una base lubricante válida para su reformulación como nuevo aceite de motor, que se envía finalmente como materia prima a los fabricantes de lubricante.
Esta es la opción que la Ley marca como prioritaria para el reciclaje de este tipo de residuo peligroso, que en 2020 ya alcanzó una tasa del 74% de regeneración de los aceites recuperados. Esto supone que, de las 600 toneladas de aceite usado recicladas por Feu Vert, prácticamente 450 toneladas volverán al mercado convertidas en nuevos lubricantes (y el resto se procesará mayoritariamente como combustible industrial), habiéndose evitado la emisión 3t de CO2 por cada tonelada de aceite regenerado.
Se trata, por tanto, de uno de los mejores ejemplos de Economía Circular, aplicando la conocida regla de las 3R: Reciclar, Reparar y Reutilizar. Y esto es así porque el ciclo del aceite de motor se convierte, de esta manera, en un círculo continuo en el que, sumadas las constantes mejoras en prestaciones de los nuevos lubricantes en cuanto a eficiencia –que alargan su vida útil y facilitan menores consumos de combustible–, se logra ir reduciendo paulatinamente la huella de carbono con un claro enfoque ecológico.
0,06€/l financian el círculo continuo de reutilización de los aceites
Hay todavía personas a las que no les gusta la aportación que realiza el consumidor cuando va al taller a cambiar el aceite de su vehículo y tiene que abonar en la factura los 6 céntimos de euro por cada litro de aceite adquirido. Por norma, este canon se repercute al fabricante de lubricantes; este último se lo traslada al distribuidor, que a su vez se lo cobra al taller; éste se lo imputa al cliente (viene siempre desglosado en la factura y no llega a suponer más de 24 céntimos de euro por un cambio de aceite) y, por último, el taller se lo paga a SIGAUS para financiar la operaciones de recogida y tratamiento de los aceites.
El balance es, por consiguiente, de 0,00€, tanto para Feu Vert como para el resto de talleres –siendo, sin embargo, los talleres mecánicos los que deben tomar todas las medidas de vigilancia y almacenaje en zonas especiales y en condiciones muy estrictas de seguridad, de modo que los aceites se extraigan, se almacenen y se entreguen adecuadamente–. Los beneficios también son 0,00€ para SIGAUS, que tiene que destinar la totalidad de estos ingresos a las más de 160 empresas especializadas en residuos que hay a día de hoy en España. Y no hay que olvidar en este sentido que la economía ambiental, que representa ya más del 2% del PIB español, crea mucho empleo, siendo la gestión de residuos la actividad en la que más puestos de trabajo se genera cada año.
Los efectos del cambio climático y el calentamiento global ya son evidentes y Feu Vert toma todas las medidas oportunas para contribuir a revertir este proceso, incluyendo, desde ECO-prestaciones para los clientes –para que la movilidad sea cada vez menos contaminante y más respetuosa con el medio ambiente–, hasta las necesarias acciones de concienciación en materia de educación ambiental que contribuyan a promover comportamientos responsables. Todos los aceites, incluso los domésticos, son un peligro, más si cabe los industriales (entre los que se incluyen los aceites de coche), que contienen metales e hidrocarburos capaces de contaminar las aguas, en muy pequeñas cantidades (un solo litro puede llegar a contaminar un millón de litros de agua). Sabido esto último, poco más se puede añadir.