La bici del niño que se quedó pequeña, la vieja que se estropeó y sustituimos por una nueva… ¿Cuántas bicicletas guardamos prácticamente olvidadas en trasteros y garajes? Da pena tirarlas, las guardamos con la ilusión de que puedan servirle a alguien, pero ahí siguen, acumulando años y polvo…
…Si no sabes a quién regalar tu vieja bici, puedes donarla. Desde hace años existen programas solidarios que, combinando talleres de formación laboral, reparan las bicicletas para su posterior donación gratuita a personas y colectivos desfavorecidos. Hay muchos, posiblemente también en tu provincia. Aquí te destacamos tres.
Bicis para la vida
La Fundación Alberto Contador, Fundación SEUR, Asociación de Minusválidos de Pinto (Madrid) y Fundación Ananta crearon en primavera de 2013 el proyecto “Bicis para la Vida”. En colaboración con otros colectivos de acción social, empresas e incluso particulares cuyo deseo es fomentar la bicicleta como medio de transporte y desarrollo sostenible, estas cuatro entidades llevan dos años recogiendo bicis viejas, reparándolas en un taller de Pinto que emplea y forma a personas con discapacidad para entregarlas finalmente de forma gratuita.
Gracias a este proyecto se han enviado bicicletas a Nuadibú (Mauritania) y a Senegal para facilitar las cobertura de grandes distancias que deben recorrer los niños para acudir a la escuela o a los mercadillos para vender/comprar productos de primera necesidad. Pero más cerca, en nuestro país, se han entregado bicis reparadas por los chicos del taller de inserción de Pinto a casas escuela de menores de acogida, a la Fundación RAIS para la movilidad de personas sin techo o a la Asociación ¡Sí puedo! del colegio Los Álamos de Madrid. Los hipermercados Leclerc, los últimos en sumarse a esta iniciativa, han recogido en dos meses 176 bicicletas que ya están en el taller de reparación de Pinto para ser arregladas y repartidas.
Bicicletas sin fronteras
Para muchos niños la bicicleta es clara garantía de un futuro mejor en países donde los pequeños no tiene cómo ir a la escuela. Con el objetivo de mejorar la calidad vida de estos menores, un grupo de aficionados a la bicicleta crearon en 2012 Bicicletas sin Fronteras. Sus bicis solidarias han llegado a Honduras, Anantupur (India) Kouilikoro (Mali) o Kotedougou (Burkina Faso), además de a multitud de niños tutelados por la administración española. Su taller de reparación y de fabricación de bicicletas nuevas con piezas de viejas emplea a 25 personas en riesgo de exclusión social, por lo que cada bicicleta entregada es el esfuerzo de muchas personas implicadas en este proyecto de cohesión, solidaridad y generación de puestos de trabajo.
El Ayuntamiento de Zaragoza dona las bicicletas abandonadas
Tal y como se regula en la Ordenanza Municipal de Circulación de Bicicletas de Zaragoza, las autoridades pueden retirar de la vía pública las bicis robadas, las que se consideren abandonadas o lleven más de 24 horas mal estacionadas en un lugar inapropiado. Una vez depositadas en el Depósito Municipal de Vehículos, si no están inscritas en el Biciregistro, se incluyen en éste último para que sus propietarios puedan reclamarlas. Pero si el dueño no da señales de vida, en el plazo de tres meses pasan a titularidad del Ayuntamiento. Al ir acumulando bicis de las que ya no se acordaba nadie, el Área de Servicios Públicos y Movilidad Urbana decidió poner en marcha en primavera del año pasado un programa de donación de bicicletas abandonadas a organizaciones o entidades sin ánimo de lucro entre cuyos objetivos se incluya el apoyo a personas desfavorecidas. El destino de estas bicis no puede ser en ningún caso la obtención de un beneficio económico. La solicitud se realiza presentando instancia a través de la página web del ayuntamiento. ¡Una buena iniciativa digna de imitar por otras corporaciones municipales!