En España se venden más de un millón de bicicletas al año, de las que la mitad son bicicletas de montaña. Pero la bici urbana empieza a ganar terreno y, dentro de este tipo, la bicicleta plegable.
La crisis, la búsqueda de hábitos saludables y una mayor concienciación en materia de medioambiental está volviendo a sacar las bicicletas a la calle, comiéndole terreno al transporte motorizado. Día a día, las bicicletas urbanas ganan terreno en la ciudad, pero son las plegables las que están causando furor por varios motivos: caben en pisos pequeños, no es necesario aparcarlas en la calle y se puede combinar su uso con el de otros medios de transporte.
Plegadas ocupan un tercera parte de su tamaño
Las bicicletas plegables son un poco más pequeñas que una bici normal pero igual de cómodas, manejables y resistentes. Y es que tienen una ventaja añadida: pueden plegarse hasta dejarlas en una tercera parte de su tamaño. Así, lo mismo caben en un armario de casa, que en el maletero del coche o debajo del asiento del tren. Además es muy fácil plegarlas: no necesitan herramientas y en la operación de cierre no se tarda más de 1 minuto.
Ruedas pequeñas y pocas velocidades
También tienen sus limitaciones. Para empezar, las bicis plegables no son tan ligeras como sería deseable (pesan entre 10 y 15 kilos), lo que dificulta su manejo cuando están plegadas. Además, el menor diámetro de sus ruedas (16 o 20”, frente a las 26” de una bicicleta convencional) puede entorpecer la superación de obstáculos. Y tienen menos velocidades (entre una y siete), adaptándose peor a las pendientes.
Para que un adulto se sienta cómodo en una bicicleta plegable, lo ideal es optar por ruedas de 20”. Con las de 16” aumenta el riesgo de caídas al salvar bordillos o cualquier otro tipo de obstáculos. Además son muy incómodas cuando se circula por pavimentos con relieve.
Algunas bicis plegables, en lugar de cadena, llevan una correa de plástico o un cardán (un tubo que rota trasmitiendo la fuerza del pedal a la rueda). Ambos sistemas son especialmente limpios, ya que no necesitan ir engrasados.
En autobús, tren y metro
Cada municipio y empresa de transporte tienen sus propias normas. Pero lo cierto es que, en general, una bicicleta plegable puede llevarse gratis en cualquier medio de transporte público a cualquier hora del día.
El precio y las garantías
Los precios de las bicicletas plegables suelen situarse entre los 250 y 500 euros, aunque también hay bicis mucho más caras. Lo fundamental es escoger una marca reconocida y que ofrezca una correcta garantía. Los mecanismos de plegados son el punto más crítico de este tipo de bicicletas, por lo que necesitamos que sea fiable, seguro y duradero.
Recuerda que…
Los componentes de la bicicleta con muy importantes. De ellos dependerá su buen funcionamiento pero, sobre todo, ¡tu seguridad! Desconfía de las demasiado baratas y elige informado.
¿SABÍAS QUÉ…
