Actualmente en Cataluña hay 809 personas en prisión cumpliendo condena por delitos contra la seguridad vial. Dos de ellas, Lorenzo y Juan Carlos, son los protagonistas de esta campaña que también resalta las acciones formativas que las instituciones penitenciarias y los cuerpos policiales utilizan para que los internos tomen conciencia de las conductas de riesgo al volante y eviten reincidir en el futuro.
“Conductores entre rejas” se compone de 3 videos que se difundirán a través de las redes sociales del Servicio Catalán de Tráfico. El objetivo de la campaña es doble: concienciar a los conductores de que comportamientos de riesgo al volante pueden llevar a cualquier ciudadano a la cárcel y poner de relieve el programa de formación y de rehabilitación puesto en marcha tras el incremento de reclusos cumpliendo condena por delitos contra la seguridad vial.
Aunque hay quién cumple condena por el delito más grave, homicidio imprudente, la mayoría de las 809 personas que en la actualidad están en prisión por delitos contra la seguridad vial, fueron condenados por conducir sin permiso, conducción temeraria, conducir bajos los efectos del alcohol o por negarse a someterse a la prueba de alcoholemia. Son personas que nunca habían tenido que enfrentarse previamente a la justicia penal y que nunca pensaron que entrarían en la cárcel. Sus condenas son pequeñas, o cortas, pero aún así, ingresar en prisión no es una experiencia deseable para nadie. Lorenzo y Juan Carlos son dos de estos presos y han querido dar testimonio de su historia en esta acción divulgativa de Transit.
“Hora punta”, la formación para tomar conciencia de la inconsciencia
Margarida Llop, responsable del Programa de Atención Especializada del centro penitenciario de Ponent, y Jesús Alcalde, mosso d’Esquadra, educador vial y coordinador de Educación para la Movilidad Segura del mismo centro penitenciario, completan esta campaña con un tercer video en el que detallan “Hora Punta”, el programa psico-educativo que se ofrece a estas personas durante su estancia en prisión.
El centro penitenciario de Ponent, donde en la actualidad hay 14 reclusos cumpliendo penas por delitos contra la seguridad, ha sido pionero en la puesta en marcha de este programa en el que se trabaja con tres objetivos: la responsabilización del problema, el análisis funcional de la propia conducta y, finalmente, la capacidad de empatizar.
Esta campaña se ha puesto en marcha en plena temporada veraniega, al tratarse de un periodo de alta movilidad relacionada con el ocio, para convencer a los conductores de que no hay “vacaciones” ni “fiestas” posibles en lo que respecta a responsabilidad y seguridad al volante.