En temporada de caza aumenta el número de siniestros de tráfico con animales. Y, de noviembre a febrero, el jabalí es el que más provoca. En vías convencionales, reduce la velocidad, sobre todo si circulas de noche y por tramos rectos y largos.
No es para tomárselo a broma. Según el Anuario Estadístico de Accidentes de la Dirección General de Tráfico, en 2013 se produjeron 562 siniestros con víctimas como consecuencia del atropello de animales sueltos. Resultado: 6 fallecidos, 35 heridos graves y 707 heridos leves. Estas son las cifras oficiales de la DGT, elaboradas a partir de los datos de atestados de las Jefaturas Provinciales de Tráfico de la Guardia Civil, pero el número de siniestros es muchísimo mayor. Según las compañías aseguradoras, cada año se producen más de 10.000 siniestros declarados con garantía de responsabilidad civil por colisión con animales de caza. Y en estas fechas, abierta la veda de caza, el jabalí es el que más siniestros provoca –un 50,2%, frente al 34% de corzos–.
Los que saben de esto, es decir, de campo, caza y jabalíes, explican que, terminadas las cosechas de maíz y girasol, esto animales se mueven más y más lejos para buscar alimento. Y en plena temporada de caza, se espantan aún más si cabe al oler perros y oír disparos, lo que les hace huir y buscar lugares más seguros, lejos de los cazadores. Esto les anima a cruzar carreteras y frecuentar los márgenes de las mismas. Burgos, Huesca, León, Lugo, Palencia, A Coruña, Zamora, Ourense y Soria, en solo nueve provincias se concentra más del 66% de los siniestros con jabalíes. Y otro dato curioso, la mayoría ocurren entre viernes y domingo, entre las 19.00 y las 06.00 horas, momento de mayor actividad de estos animales.
La señalización que advierte a los conductores de que circulan por una zona por la que pueden cruzar animales, por supuesto, está puesta: para que se reduzca la velocidad y se extremen las precauciones. Pero en algunos tramos de carreteras convencionales hay tal exceso de señales que los conductores ya no reaccionan ante ellas. A esto hay que sumarle en muchos casos el mal estado de los márgenes de algunas carreteras, con árboles y arbustos al mismo borde, que atraen a los animales y dificultan la visibilidad de los conductores.
Y por si todo esto fuera poco hay que añadir que, desde la entrada en vigor, en mayo de 2014, de la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial, la responsabilidad de estos siniestros recae en el conductor salvo en dos excepciones: que el atropello sea consecuencia directa de una acción de caza colectiva llevada a cabo ese mismo día o que haya concluido 12 horas antes (si ha habido cacería ese día, la responsabilidad será del coto de caza); que el siniestro se produzca por no disponer de señalización o valla específica, o ambas estuvieran dañadas (responsabilidad del titular de la vía). En el resto de casos, será responsable siempre de los daños a personas o bienes el conductor del vehículo. Y aunque todo esto sea una flagrante injusticia, obviemos por un instante los daños que pueda sufrir el vehículo y concentrémonos en que, aunque la mayoría de siniestros con animales de caza suele ser por atropello del mismo, todavía puede resultar más grave que no se llegue a colisionar con el animal y la maniobra evasiva termine en una salida de la vía, una colisión entre vehículos o un vuelco.
No estaría de más, por tanto, que entre tanto dispositivo de vigilancia y asistencia de la DGT, se emitan en redes sociales o se avise en paneles luminosos del peligro de animales. Y más en estas fechas. Podría ser algo así como nuestro titular: “Abierta veda de caza: en carreteras convencionales, reduce la velocidad”. Hasta entonces, te recordamos estos consejos:
- Para evitar siniestros con animales, lo mejor que puedes hacer es reducir la velocidad. Tu capacidad de reacción será siempre mayor ante cualquier imprevisto. Ten especial prudencia en tramos rectos y largos, que es cuando más se tiende a aumentar la velocidad.
- Los animales tienden a moverse por la noche. Mantente atento a cualquier movimiento o brillo que pueda indicar su presencia en los márgenes de la vía. Conviene que estés atento a derecha y a izquierda: la tendencia natural es fijarse en el lado derecho, pero los animales pueden aproximarse por ambas partes.
- De noche, circula con las luces largas (eso te permitirá ver el brillo de los ojos de un animal a mayor distancia). Visto el animal, cambia a luz de cruce para no deslumbrarlo y permitirle escapar.
- Si aparecen animales en la vía o junta a ella, reduce aún más la velocidad evitando frenazos ni movimientos bruscos. Si es necesario, para hasta que desaparezca el peligro. Si es inevitable el atropello del animal, mantén la vista en la carretera, sujeta bien el volante y frena a fondo.
- Detente donde sea posible, señaliza la parada y llama a la Guardia Civil.