En pruebas desde hace 18 meses en la ciudad de Grenoble, los Toyota i-ROAD y COMS, los eléctricos ultracompactos de Toyota, se han hecho un hueco dentro de la oferta de transporte multimodal de la capital de los Alpes Franceses. Su usuario favorito, un hombre de 36 años, con formación universitaria y un trabajo de oficina, que tiene vehículo en propiedad, pero entre semana se desplaza en transporte público.
La industria del automóvil se reinventa y adapta a pasos vertiginosos a las nuevas demandas de movilidad, apostando no solo por los vehículos eléctricos y autónomos, sino apuntándose al carro de la nueva movilidad colaborativa, compartida y multimodal para trayectos urbanos. En esta carrera, Toyota optó por un modelo de negocio basado en vehículos eléctricos pequeños –los Toyota i-ROAD y COMS– cuyo uso fuese complementario al transporte público. Y tras asociarse con Cité Lib –miembro de la primera red francesa de vehículos compartidos Citiz– y la compañía energética francesa EDF –propietaria de las estaciones de carga a través de su filial Sodetrel–, en enero de 2015 pusieron en marcha en la localidad francesa de Grenoble –500.000 habitantes–, Cité Lib by Ha:mo, un programa experimental de carsharing con una previsión de duración hasta septiembre de 2017 para perfeccionar el modelo de negocio operativo pero que, en 18 meses, ya ha superado con creces las mejores expectativas de Toyota.
Cité Lib by Ha:mo dispone de 70 vehículos eléctricos ultracompactos, los Toyota i-ROAD y Toyota COMS, que pueden reservarse hasta una hora antes de su uso y están situados en las 27 estaciones de carga existentes en Grenoble. Estas estaciones aceptan las tarjetas de pago creadas específicamente para este servicio –1 euro por cada 15 minutos de uso– y lo que es una novedad a nivel mundial y pone el acento en la multimodalidad, el abono transporte público de la región. Los usuarios pueden utilizar los vehículos en trayectos de ida y vuelta o solo de ida, reservando a través del móvil.
Hasta la fecha, el Cité Lib by Ha:mo cuenta con 1.000 socios usuarios. Al ser Grenoble una ciudad universitaria, Toyota preveía que su servicio de carsharing atrajese fundamentalmente a estudiantes, pero éstos solo representan el 14% de los usuarios. El conductor promedio está resultando ser un hombre de 36 años, con formación universitaria y un trabajo de oficina. Otro dato curioso es que aunque el 74% de los 1.000 usuarios tienen vehículo en propiedad, el 54% usa el transporte público como medio de desplazamiento habitual. Y lo que más está gustando a las corporaciones municipales de las grandes ciudades, el 43% de los socios suscritos al Cité Lib by Ha:mo pagan con su tarjeta de abono de transporte público, confirmando su importante potencial y su integración en una perspectiva multimodal que complemente la red de medios de transporte público.
No menos interesantes están resultando los patrones de uso. Los vehículos se utilizan más entre semana que los fines de semana y las horas punta de uso son las mismas que para otros modos de transporte –por la mañana al inicio de la jornada laboral, a la hora de comer y a media tarde–. El trayecto medio es de 10 km, muy por debajo de la autonomía máxima de estos Toyota eléctricos –50 km–, y la duración media del alquiler 45 minutos. Finalmente, las estaciones de carga más utilizadas son las dos situadas en la estación central de ferrocarril de Grenoble (las 25 restantes se distribuyen dentro del casco urbano y por los municipios vecinos).
Para el alcalde de Grenoble, Christophe Ferrari: “este programa, único en su clase, es la respuesta más innovadora y sostenible a las nuevas necesidades de movilidad urbana, ideal para complementar el transporte público en grandes ciudades”. No es extraño, por tanto, que otras regiones francesas, estén esperando con brazos abiertos el lanzamiento comercial a gran escala de este proyecto de Toyota.
