En 2015, fallecieron 58 ciclistas y otros 652 tuvieron que ser hospitalizados, víctimas de un siniestro vial. Ministerio de Interior y Dirección General de Tráfico presentan esta campaña con el objetivo de llamar la atención sobre los siniestros de que son víctimas los usuarios de la bicicleta.
Por Maite Cañamares
Porque no somos ni peatones, ni conductores, ni ciclistas, ni motoristas, ante todo somos personas que en cada momento de nuestra vida estamos optando por una forma de desplazarnos. Porque se nos olvida que nuestro vehículo no es más que un medio de transporte y nos amparamos detrás de nuestro colectivo de usuario, olvidándonos del resto de mortales con los que convivimos. Porque a cuenta del quítate tú para ponerme yo, es decir, de nuestra falta de empatía, llegamos al punto de menospreciar la vida del otro poniéndola en peligro y, en algunos casos –extremos, pero no por ello menos cotidianos– llevárnosla por delante.
Porque no sé en qué momento empezamos a volvernos así de insensibles y egoístas, toca llamar la atención de que sobre, en este caso cada bicicleta, siempre rueda un hijo o una hija, un marido o una esposa, un padre o una madre, cuya familia está esperando en casa. Porque como esas 58 almas ciclistas que fallecieron en 2015 ya no están aquí para poder contárnoslo, son sus familiares, las víctimas, las que una vez más tienen que apelar a nuestro respeto y responsabilidad compartiendo su doloroso testimonio.
Dice Augusto Cury que “la capacidad de colocarse en el lugar del otro es una de las funciones más importantes de la inteligencia humana”, por lo que es una satisfacción que el Ministerio de Interior y la Dirección General de Tráfico opten en sus mensajes por dar voz a las víctimas de los siniestros viales. Y más, si lo hacen con tanta calidez y emoción como en esta ocasión. La campaña es, simplemente, brillante.
A vosotros, Ana María –madre de Jordi–, Salvador y José Manuel –hermano y cuñado de Miguel–, Aitor –amigo de Jesús– y al resto de protagonistas de #AlmasCiclistas, qué deciros: ¡GRACIAS! Por vuestra voz y por vuestro testimonio de vida. Vida esta última que en muchos casos, yo lo sé, se mantiene gracias a vuestra incansable lucha por defender la nuestra.
http://almasciclistas.com