La bicicleta se consolida como medio de transporte dentro de las 2 Ruedas. Es beneficiosa para la salud, favorece la movilidad sostenible, nos facilita acceder a cualquier sitio y nos evita atascos o depender de los horarios del transporte público. Las de pedaleo asistido –las bicicletas eléctricas (eBike)– son, además, muy cómodas porque minimizan el esfuerzo. Cada vez son más populares y, aunque muy lentamente, van ganando terreno en la calzada. Pero entre tipos, autonomías, baterías y precios aún nos perdemos. No importa, porque aquí estamos para ayudarte y explicarte qué debes de tener en cuenta antes de comprar una bicicleta eléctrica
1. ¿Qué uso le vamos a dar a nuestra nueva bicicleta eléctrica?
Aquí está el quid de la cuestión. La elección de una bicicleta eléctrica depende, por encima de todo, de su uso. Como ocurre con las bicicletas de toda la vida, hay bicicletas urbanas y bicicletas de montaña, más apropiadas para el campo. Existen más tipos: de carretera o mixtas, de carga… Hoy vamos a obviar estos últimos tipos y centrarnos en los 2 básicos –eBike urbana o eBike de montaña–. Entonces la pregunta básica es: ¿para qué queremos la bicicleta eléctrica?
Si es para hacer trayectos cortos o medios, ida y vuelta al trabajo, desde el barrio al centro de la ciudad, no va a hacernos falta una de montaña que, además, son más caras. Fundamental, por tanto, definir el uso que vamos a darle a nuestra nueva eBike.
2. ¿Cuántos kilómetros tienes previsto recorrer en tus trayectos habituales?
La autonomía de la bicicleta eléctrica es la característica estrella en la que nos fijamos todos ante un amplio catálogo de eBikes. Y es un error. Generalmente los fabricantes muestran rangos bastante amplios en sus fichas técnicas, que suelen oscilar entre los 50-100 km, o que se indican con un “hasta 100 km”. Se especifica de esta manera porque, a diferencia por ejemplo de los patinetes o VMP, la autonomía de las bicicletas eléctricas se asemeja más a la de los teléfono móviles, básicamente es orientativa y se ve influida por muchas otras variables:
- El mayor o menor uso que hagamos de la batería porque pedaleemos más o menos. Vamos a repetir que una bicicleta eléctrica no es más que una bicicleta con sistema de pedaleo asistido. Cuanto más se pedalea, menor es el consumo eléctrico y más kilómetros podrá hacer la bicicleta. Si se pedalea poco y se recurre mucho a la asistencia del motor eléctrico, la autonomía será la mínima indicada por el fabricante.
- La dureza del recorrido o desnivel de nuestro trayecto. La extensión de una cuesta y su grado de desnivel es prácticamente proporcional al consumo de batería. ¡Pero tenéis que vivir la experiencia de subir una cuesta con una eBike!
- Nuestro peso corporal. Sí, efectivamente, es horrible que nuestros kilos influyan en la mayor o menor autonomía de la bicicleta eléctrica. Pero no es lo mismo la potencia externa que usa la eBike con un ciclista de 70 kilos que con un ciclista de 90 kilos. A más kilos, menos autonomía.
- Las pulgadas y la presión de los neumáticos. En cuanto a magnitud, las bicicletas con asistencia eléctrica se equipan con los mismos neumáticos que las bicicletas convencionales, desde las 24 hasta las 29 pulgadas, normalmente. Para mayor autonomía, 27,5 pulgadas, 28 y 29.
3. ¿Dónde vamos a guardar la bicicleta eléctrica?
Vives en un piso pequeño donde entraría una bicicleta eléctrica, pero sería un estorbo. No dispones de trastero, zona de bicis o similar en la zonas comunes de tu vivienda. En tus movimientos necesitas tomar un transporte en el que restringen el uso de bicicletas. O te gustaría llevarte la bicicleta en el coche cuando viajes a otras ciudades. Las variables son muchas, pero ninguna de ellas debe desanimarnos y hacernos descartar una bicicleta eléctrica. Porque para casos como los citados anteriormente, en los que el espacio es el principal problema, se inventaron precisamente las bicicletas plegables.
4. ¿Dónde vas a cargar la batería?
Otra pregunta del millón, de alguna manera relacionada con todas las anteriores y que nos deriva a las baterías de las bicicletas eléctricas. En el mercado vamos a encontrarnos con eBikes con batería extraíble o con batería integrada. Optar por una u otra va a depende de todos los aspectos analizados hasta el momento: el uso que vayamos a darle a la bicicleta, la autonomía de la misma, el lugar de almacenamiento…
Con una bicicleta eléctrica con batería integrada tendremos que transportar la bicicleta entera hasta el punto de recarga, ya sea en el casa o en el trabajo. Con una bicicleta eléctrica con batería extraíble podemos dejar la bici aparcada en un lugar seguro y llevarnos únicamente la batería para recargarla. La batería extraíble aporta la ventaja añadida de que ya no hay que preocuparse tanto por la autonomía de la bicicleta, al poder efectuar la recarga de forma cómoda y sencilla.
Por supuesto, existen muchos más parámetros a tener en cuenta –tipo de motor, niveles de asistencia, gama y precio, etc., etc.,…– a la hora de comprar una bicicleta eléctrica. Pero lo importante, una vez respondidas estas preguntas, es que ya vas a tener un punto de partida para empezar a fijarte en unos modelos u otros, entre la amplia gama de eBikes disponibles a día de hoy. Iremos contándote más y ampliando así esta especie de guía de compra de bicicletas eléctricas poco a poco.
*FOTO: Bicicleta Eléctrica Urbana Fischer Retro ER 1804. Más información sobre el modelo y precio
