El cambio de filtro de habitáculo es la operación de mantenimiento del vehículo que más ha aumentado en los últimos años, con un crecimiento medio del 14% desde 2011.
En 2013, el 19,1% de las operaciones sobre vehículos realizadas en los más de 85 autocentros de la red Feu Vert incluyó el cambio de filtro de habitáculo, frente al 16,8% de 2011.
Para la Fundación Feu Vert para la seguridad vial, el motivo de este incremento se debe a la mayor concienciación del automovilista, cada día más preocupado por la seguridad y la salud ambiental.
El filtro de habitáculo es un elemento insertado en el circuito de calefacción y aire acondicionado que limpia de impurezas el aire que entra desde el exterior al interior del vehículo por las rejillas de ventilación del salpicadero. Las impurezas que absorbe el filtro de habitáculo son, principalmente, polen, polvo y el hollín de los gases de combustión de los vehículos precedentes. Se estima que el 95% de los coches que circulan por nuestras carreteras disponen de filtro de habitáculo en su sistema de ventilación, independientemente de que tengan aire acondicionado o no.
Dado que el aire del sistema de ventilación pasa por este filtro, un síntoma de que éste está en mal estado o sucio es que notaremos que el caudal de aire que sale por las rejillas de ventilación ha disminuido sensiblemente. Otro síntoma muy común es el mal olor que se percibe al conectar el aire acondicionado o la calefacción. En un entorno de ciudad, el filtro de habitáculo tiende a obstruirse más rápidamente, dada la alta concentración de gases de escape. Es por ello que resulta imprescindible cambiar este filtro cuando lo indica el fabricante que, en la mayoría de marcas y modelos, suele ser cada 15.000 km o al cabo de un año, si lo que se pretende es garantizar un rendimiento óptimo del mismo.
Sin embargo, la realidad es que hasta ahora los conductores se habían preocupado tradicionalmente poco por el filtro de habitáculo, siendo la media de sustitución cada seis años si atendíamos a los datos de fabricantes de recambios. Lo novedoso es que la tendencia está cambiando y, analizando los datos de venta la red de autocentros Feu Vert, la sustitución del filtro de habitáculo es la operación de mantenimiento que más rápido está creciendo en los últimos años, con un incremento medio de operaciones del 14% desde 2011.
Así las cosas, de cada 100 operaciones sobre vehículos realizadas en los más de 85 autocentros de la red Feu Vert, correspondieron a cambio de filtro de habitáculo:
Conductores más concienciados
Para la Fundación Feu Vert para la seguridad vial, que casi 1 de cada 5 operaciones de taller incluya el cambio de filtro de habitáculo constituye la mejor muestra de que los conductores españoles están cada vez más concienciados en materia de seguridad y salud ambiental. Y es que un filtro de habitáculo en buen estado facilita la buena visibilidad en épocas de frío, al disminuir la probabilidad de que los cristales del coche se empañen. Además, al asegurar un aire limpio en el habitáculo del vehículo, protege la salud de los ocupantes del mismo y evita problemas tan importantes como el lagrimeo y los ataques de estornudos ocasionados por el paso del polen que tanto afectan a los conductores alérgicos. Todo ello sin contar que el filtro de habitáculo es determinante para el buen mantenimiento del sistema de aire acondicionado y calefacción y evitar las molestas averías del mismo.
Si llevas habitualmente a los niños en el coche o si eres alérgico, nuestro consejo es que descartes un filtro convencional y te decantes por un filtro de habitáculo de carbón activo porque, aunque un poco más caro, su estructura esponjosa atrapa partículas aún más pequeñas y gases tan dañinos como óxido de nitrógeno y oxígeno.